lunes, 31 de marzo de 2014

LA POLÍTICA DE LA ANTIPOLÍTICA



Algunos analistas sostienen que los hechos políticos en desarrollo difieren de los hechos del 2002, que responden a realidades diferentes y que por lo tanto de diferente manera hay que juzgarlos. Si bien asumo que ninguna circunstancia histórica es idéntica a otra, así como nunca un río es el mismo, pienso que el patrón de comportamiento en ambas circunstancias es lamentablemente muy similar.

Porque existe una línea de conducta en nuestras filas que responde a un mismo patrón. Consiste básicamente en lanzar por la borda los avances políticos logrados mediante la sensatez, para montarse de improviso en agendas radicales guiadas más por intereses políticos individuales que por el bien de la lucha opositora, veleidades “extremistas” que invariablemente han hecho retroceder los logros políticos y han fortalecido al gobierno.

Y es que después de los arranques histéricos de antipolítica y antipartidismo que abrieron las puertas del poder a Chávez, después del Carmonazo, del paro petrolero indefinido, del paro general idem, de la verbena militar en Altamira, de la abstención como bandera y otras gloriosas metidas de pata, nos fuimos encarrilando por lo que parecía ser el camino del juicio y la prudencia. Y comenzamos a prestar atención y a respetar la organización política, la planificación estratégica y táctica, el trabajo arduo.

Claro, detrás de eso siempre había un ruido, un serruche de patas. Constante, invariable, consistía básicamente en sostener que era imposible triunfar electoralmente con un CNE parcializado, con todo el poder del Estado trabajando para el gobierno, y lo peor, lo más pernicioso, que las máquinas de votación cambiaban los resultados, afirmación esta última sostenida contra toda evidencia real.

Pero bueno, pese a todo, la política pareció triunfar sobre su antítesis, surgió la MUD y, escuchando el clamor opositor se propuso la elección de un candidato unitario cuando LA UNIDAD era exigencia indispensable. La elección se hizo por primarias transparentes, otra exigencia popular para evitar decisiones cogollísticas. Y triunfó Capriles.

A mi juicio, ese momento fue perfecto, salvo la actitud personalista de Leopoldo López que no soportó pasar por debajo de la mesa y montó su show.

Luego la lucha épica de la campaña electoral, encarada contra todos los abusos imaginables del monstruo estatal y después lo que considero una victoria política enorme vista la circunstancia: prácticamente un empate técnico. De inmediato un error. Tal vez cediendo a presiones radicales Capriles llama a protestar pero recoge de inmediato sus palabras que son aprovechadas por el gobierno en hechos canallescos.

Desde ese mismo momento en adelante se desata una campaña contra el candidato, que no vamos a ser tan ingenuos de considerar casual ni espontánea.

La “política de la antipolítica” cobra fuerza nuevamente transformando la casi victoria presidencial en abstención para Gobernadores, comienzan los insultos y descalificaciones contra Capriles y surgen los Autoconvocados con idéntico mensaje y actitud. Las gónadas cobran más importancia que el cerebro.

Luego LA CALLE Y LA SALIDA se transforman viralmente en la panacea y el liderazgo radical vuelve a primera plana con nuevos shows manipuladores.

Lo demás es presente y no me queda espacio.

LA SALIDA se ha transformado en un callejón sin salida y la oposición tendrá que recoger los platos rotos una vez más.

No sé si aprenderemos algún día.



german_cabrera_t@yahoo.es



28 de marzo de 2014

viernes, 14 de marzo de 2014

INTELIGENCIA Y SENSATEZ


Lo primero que quiero expresar es mi condena categórica a la nueva agresión que desde las altas esferas del gorilaje revolucionario se está llevando a cabo contra Tal Cual y su Dirección. De más está decir la importancia ética de este diario y su influencia sobre el pensamiento político nacional. Las autocracias y las dictaduras son muy sensibles e irritables ante la avasallante presencia de la inteligencia y la sensatez.



Inteligencia y sensatez es lo que debería primar en el futuro inmediato sobre las decisiones a tomar por los actores de este fenómeno masivo de protestas extendidas por todo el país.

Tal vez los años de vida vivida, de logros, de frustraciones, de hijos engendrados, criados, de muertes lloradas, de horrores presenciados y de errores cometidos nos hayan transformado en individuos un tanto cautelosos, excesivamente conservadores para algunos, enfriadores de conflictos para otros.

Debo reconocer que sigo siendo un hombre del siglo XX. Tal vez es una condición personal, tal vez sucede a todo aquél que nace a mediados de una centuria y comienza la otra en la madurez. Pero esa característica me lleva a razonar los sucesos, no al ritmo enloquecido de las redes sociales y los medios de comunicación, sino a la cadencia de mis propias experiencias y de mis tiempos aprendidos. Porque uno a aprendido que la historia y la política tienen sus tiempos propios. Nuestra formación política marxista de la post adolescencia nos hablaba de condiciones objetivas y subjetivas, no estaba mal. Pero en todo caso y tal vez infortunadamente los tiempos históricos no corren a la misma velocidad que nuestra voluntad, nuestros deseos y nuestras hormonas.

He transformado en un cliché decir que llevo enfrentando a este proyecto anacrónico del chavismo desde el día en que vi a aquella tanqueta escalando las escaleras de Miraflores. He asistido a todas las marchas, he tragado gases lacrimógenos en Caracas como lo hacía en el Montevideo de 1968, intercambié piedras contra balas frente al Fermín Toro el 11 de abril también como cuando tenía 18. Escribo en Tal Cual en Face y en Twitter, y además participé en la guerrilla Tupamara uruguaya en los 70 y estuve preso dos años.

O sea que ni me ha faltado guáramo para pelear por lo que pienso ni estoy arrellanado en un sillón pescando las pocas noticias que el gobierno nos permite.

Por lo tanto me considero con el suficiente derecho como para afirmar que por encima del heroísmo, el arrojo, la arrechera sublimada y las irrecuperables vidas perdidas de los valientes muchachos, este movimiento de protesta se está transformando en un callejón sin salida.

Sostengo que hay que dar un viraje rotundo, acudir como ya se ha hecho a las movilizaciones masivas, a las consignas inteligentes y a la organización política. Unirse a Partidos o crear nuevas agrupaciones con el nombre que se quiera, fundar cualquier tipo de grupos humanos en el área donde cada quien tenga influencia y plantearse tareas serias y objetivos claros que permitan ampliar las bases de oposición al proyecto neo comunista bananero.

Pensar que este movimiento pueda transformarse en una insurrección popular es un sueño. Para eso hay que tener con qué.

Primero una mayoría de pueblo dispuesto a jugársela y segundo armas.

Faltan las dos.



Y además falta la noción del horror a que puede llegar la represión de un gobierno autoritario, en este caso cegado por la fe revolucionaria.




14 de marzo de 2014

Germán Cabrera Traversoni

LA PATRIA


LA PATRIA se define en el Diccionario de la R.A como: “ Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos”.

Hasta donde yo sé, esta tierra llamada Venezuela, en mi caso natal, hace muchos años que está ordenada como Nación. Tiene definido su territorio, sus límites geográficos, posee su gentilicio característico, sus mitos, sus costumbres, su bandera, su himno. Lo único que ha cambiado en estos últimos 15 años es el hecho de que por lo menos la mitad de su población ha dejado de sentirse ligada a los vínculos jurídicos e históricos, y ha visto afectados profundamente, sus vínculos afectivos.

“Ahora tenemos Patria” es uno de los lemas predilectos del oficialismo.

Suena tan hueco, tan vulgar, tan acartonado, tan a charretera y boina de paracaidista, tan a caras pintadas y tanques rodando por Los Próceres, tan a Pioneritos, tan a banderas ondeando al viento e himnos cantados cara al sol. Suena tan fascista, tan estalinista.

Pero eso no queda allí, la Patria que tenemos debía ser, antes de la enfermedad terminal del Líder, Socialista o si no la Muerte. “Patria Socialista o Muerte”.

Después cambiaron La Muerte por Venceremos: “Patria, Socialismo, Venceremos”, modificación en la que perdura subliminalmente la anterior ya que es un reciclaje de la consigna que ha ayudado a mantener la adrenalina cubana alta durante 55 años de Revolución fracasada.

No sé si en realidad la primera quería decir que los mandones están dispuestos a morir si no logran que Su Patria sea Socialista (en realidad neo-comunismo bananero) o si algún día terminarán matando a todo aquel que se oponga a su proyecto febrilmente anacrónico.

Ahora bien, volviendo al principio, está claro que el chavismo (qué triste tener que hablar de chavismo como los argentinos hablan de peronismo desde hace 70 años) tiene ahora La Patria que quería.

Como el principal objetivo de su proyecto es desmadrar la economía de mercado en nombre de la justicia y acabar con la democracia representativa en nombre de la participación, se deben sentir satisfechos.

Porque resulta que, en un país petrolero que ha recibido en estos años de Desgraciada Revolución la fortuna más grande de su historia, el ciudadano no sólo está absolutamente desasistido por el Estado, sino que además no consigue papel Toilet, ni aceite, ni leche, ni servilletas, ni harina, ni azúcar, ni puede comprarse un carro y ahora ni siquiera puede comer pan. Tampoco tiene posibilidad de comprar una vivienda y los que la tienen no la quieren alquilar.

Pero eso sí tenemos unas gloriosas Fuerzas Armadas Bolivarianas, una brillante Policía Bolivariana, flamantes uniformes llenos de Milicias Bolivarianas, compramos muchas, muchas armas, fabricamos fusiles y pronto vamos a crear las Milicias Obreras Bolivarianas a las que entregaremos 2.000.000 de armas.

¡Qué bella es La Patria, qué heroica, qué conmovedora!

Mientras tanto, hordas de muchachos crecidos bajo esta Revolución, se arman hasta los dientes y salen a matar.

Por placer, para lucirse.

Es el verdadero Hombre Nuevo creado por La Revolución Bolivariana.

Así empezamos el año.

Que el azar se apiade de nosotros.





Germán Cabrera ,16 de enero 2014

LA BOLA DE CRISTAL


Difícil, como de costumbre, escribir un artículo el día viernes, para que sea publicado el día martes, siendo que durante el domingo intermedio se llevarán a cabo elecciones cruciales para el futuro inmediato del país, ya que estarán investidas de una condición plesbicitaria.

Digo difícil porque carezco de capacidades adivinatorias que me permitan adentrarme en el futuro, pero supongo que el tema central de la semana entrante será sin dudas el resultado del acto electoral del 8D. Eso espero.

Ahora bien, como el hecho fundamental de ese acto será a su vez el de la participación ciudadana, incluyendo en este a su contrario, la abstención, vamos a referirnos nuevamente a él.

Una perogrullada necesaria es afirmar que el mundo opositor al chavismo recibiría con beneplácito y satisfacción un número alto de abstencionistas en las filas del oficialismo. Más aún, brincaríamos de gozo si esos abstencionistas del chavismo se transformasen en votantes opositores. Ambas situaciones serían importantes. La primera indicaría hasta qué punto el hastío y la desilusión se ha instaurado en las bases de “La Revolución”.

La segunda, por supuesto, significaría un enorme avance, un preámbulo fantástico para las venideras elecciones presidenciales y para la caída de este régimen nefasto.

Cruzo los dedos para que eso suceda.

Ahora bien, ¿qué va a pasar en las filas contrarias?

Datidicuestion, como decía mi padre, porque, como en otras muchas oportunidades la dirección política de la oposición democrática ha tenido que dedicar sus mayores bríos a una campaña “educativa” sobre la importancia del voto como herramienta, si no única de cara al futuro, fundamental en estas circunstancias.

¡¡A esta altura del drama nacional, de la quiebra de la economía, de los abusos sin límites del gobierno, aún debemos estar gastando energía para convencer a nuestros votantes sobre la importancia del voto!!

Y es que existen dos grandes enemigos de la participación electoral.

Uno deriva de profundas carencias culturales y se refleja en flojera, superficialidad de criterio, facilismo, inconstancia…

Me desgarro las vestiduras por el país perdido, por la delincuencia desbordada y los jóvenes que emigran, pero a la hora necesaria no acudo porque tengo una parillita en casa o un viaje de fecha impostergable.

El otro, tan grave o peor que el primero, es el que mina las bases de la unidad, el que atenta contra el arduo y vigoroso trabajo político de la MUD y del candidato unitario Enrique Capriles. Y digo que es tan grave o peor que el primero porque se basa en argumentos políticos no sólo errados sino también malintencionados. Grupos e individuos que, sea por ingenuidad y desconocimiento o por egolatría y mala fe, siguen argumentando con simplezas maniqueas investidas de poderes mágicos, suerte de remedios contra todo mal, tales como la “salida a la calle” y la Santa Desobediencia Civil.

Mediante el poco adrenalínico y poco romántico camino electoral hemos pasado a ser mayoría, pese a los escamoteos tramposos del gobierno. Las salidas hormonales, viscerales e impulsivas nos han llevado en el pasado a fracasos rotundos. A cada momento histórico corresponde una forma de lucha.

Mientras las bases chavistas no terminen de percatarse de la burla que significa esta revolución, y las bases oposicionistas no se enserien, estaremos fregados.





german_cabrera_t@yahoo.es 6 de diciembre de 2013

EL REINO DEL LUMPEN


Continuando con el tema del artículo pasado sobre la aversión del gobierno venezolano hacia el proletariado organizado e independiente, voy a referirme al lumpen y su incidencia en nuestra realidad.

LUMPEN: Según la Real Academia es la capa social más baja y sin conciencia de clase.

En Wikypedia: “Término marxista que designa a la población situada socialmente al margen o debajo del proletariado, formado por elementos degradados, desclasados y no organizados, así como el sector de la población que para su subsistencia desarrolla actividades al margen de la legalidad o en marginación social”

Marx, en “El 18 Brumario de Luis Bonaparte”, le caracteriza así:

…”junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa y presidio, timadores, saltimbanquis, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores, mendigos, en una palabra, toda esa masa informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohème: con estos elementos, tan afines a él, formó Bonaparte la «Sociedad de beneficencia» en cuanto que todos sus componentes sentían, al igual que Bonaparte, la necesidad de beneficiarse a costa de la nación trabajadora.”

Interesante resulta la apreciación marxista de que el lumpen no es sólo el sector más miserable de la población sino que en él caben los mencionados “vástagos degenerados y aventureros de la burguesía”.

Pero más que por su condición de clase, considero que el lumpen se caracteriza por su actitud ante la vida en sociedad: oportunista, calculadora, aprovechadora, abusadora, irrespetuosa del otro, individualista, carente de ética y de principios, vulgar. Esta actitud, muy común por cierto en nuestros días, va más allá de ideologías, religión y educación formal.

Lumpen es quien no trabaja en espera de la dádiva, quien vende los materiales que recibió del gobierno para construir su casa, es lumpen quien acude a una manifestación política por dinero, quien “salta la talanquera” por interés personal, quien vende su voto, quien se enriquece a costillas del Estado. Lo es el asaltante, el motorizado agresor, el chofer o cualquier ciudadano que no respeta su orden en la cola, el que se cae a golpes por una lata de leche, el policía matraqueador, el empresario que lucra de sus vínculos con el poder, el reposero, quien se dice opositor y engorda contratos con quien afirma detestar, el que saquea, el que desata su consumismo sin considerar circunstancias, el especulador, el traficante, el político corrupto, el periodista manipulador, el que dirige y quiebra empresas del Estado, el violento, el agavillado, el militar que vende su dignidad, el intelectual cómplice, el que se excusa tras “yo si no trabajo no como”, el que no vota…

Lumpen: terreno fértil para regímenes autoritarios.



PD: Por allí anda un grupete, perteneciente a los amplios terrenos de la oposición y autodesignado como “Los Autoconvocados”. Es un arroz con mango cuyos integrantes van desde primerizos ingenuos y apresurados, hasta oportunistas y ególatras ampliamente conocidos. Enfrentan explícitamente a la MUD, a Capriles y llaman a la rebelión y la desobediencia. Otra vez la misma actitud canallesca. Se la ponen bombita al gobierno y al G2…





german_cabrera_t@yahoo.es 20 de noviembre de 2013

EL PROLETARIADO Y LA REVOLUCIÓN



Fíjense lo que son las cosas: una de las características más destacadas de la pomposa Revolución Bolivariana, la misma que cacarea Urbi et Orbi su novísimo y creativo Socialismo del Siglo XXI, es su desprecio absoluto por el proletariado.

Flagrante y sorprendente contradicción ésta, ya que el marxismo, como todos sabemos, considera a la clase trabajadora (carente de medios de producción y vendedora de su fuerza de trabajo), como la predestinada para organizarse y ser el germen de la Revolución Socialista, el ariete que se llevará por delante no sólo a los explotadores sino también al capitalismo como sistema económico y político.

Pero resulta que, una vez amos del poder, los autodenominados revolucionarios, portadores de la antorcha de la verdad absoluta, razonan de la siguiente manera: ahora somos gobierno, el gobierno es La Revolución, La Revolución es la única llave hacia una Luminosa Nueva sociedad, y el Estado Burgués, que despedazaremos paulatinamente, es ahora propiedad del gobierno, o mejor dicho Gobierno y Estado son la misma cosa. De este razonamiento cerrado deriva una conclusión inobjetable: contra La Revolución nada es aceptable, por lo tanto el gobierno y el Estado, ahora revolucionarios son inobjetables. De esta primera conclusión deriva una segunda: quien enfrente al Estado-Gobierno estará enfrentando a La Revolución, por lo tanto será un Traidor a La Patria, un fascista, un parásito.

Impecable.

Armado con este bagaje elemental el Estado-Gobierno-Revolucionario no tolerará disensos.

Pero resulta que una Revolución no se hace de un día para otro. De hecho un Gran Ministro del Santo Proceso acaba de afirmar que necesitan 50 años de gobierno para corregir errores. Y mientras tanto tienen que lidiar con las malas costumbres aprendidas por el proletariado durante muchos años de democracia, es decir las malas costumbres de sindicalizarse, de exigir contratos colectivos, mejoras salariales, seguridad social, todos asuntos que El Proceso considera desviaciones burguesas.

Eso se transforma en un gran problema para un Estado-Gobierno-Patrono macrocéfalo y clientelar que ha crecido exponencialmente engordando su nómina hasta el infinito con el objeto de contar con una masa de empleados públicos temerosos que le aseguren su voto.

Con el patrono privado el asunto se le hace fácil, le amenaza, lo multa, lo expropia, o le crea sindicatos oficialistas que le hagan la vida imposible.

Pero ¿cómo debe actuar el Patrono Revolución contra el “enemigo en casa”?

Muy simple, se actúa como contra todo “contrarrevolucionario”: se mete preso al sindicalista respondón, o se le somete a los juicios infinitos y arbitrarios de un Poder Judicial abyecto, se le niega reconocimiento a los sindicatos libres, se les pone a competir con sindicatos oficiales financiados con el dinero del Estado, se amenaza a los trabajadores con despido o retiro de beneficios si no aceptan la contratación estipulada unilateralmente por el Gobierno, por La Revolución.

Y hete aquí una Revolución sin proletariado.

Así como también es, de paso, una Revolución sin estudiantes.

¿Cómo nos mantendremos en el poder?, se pregunta el liderazgo iluminado.

Bueno nos queda el lumpen, se responde, y para ponerlo a nuestro servicio tenemos una metodología infalible.

Pero eso será tema del próximo artículo.



german_cabrera_t@yahoo.es 7 de noviembre de 2013



NO ES DIFÍCIL



No es difícil convertir un país en un No País, en territorio yermo, hostil y sin certezas, en comarca de ambigüedades y confusión, en región anárquica dominada por la incertidumbre y las inseguridades del cuerpo y del espíritu. No es difícil (lo sabe el sufrido continente africano, lo supo la Yugoeslavia atomizada), descubrirse un día, atónito, en medio de un caos absoluto en el cual los hasta ayer vecinos o familiares han comenzado a matarse mutuamente y donde el ciudadano desconoce si quien violó a su familia y quemó su hogar era militar, guerrillero, bandolero o hueste azuzada.

En Venezuela, bajo el humor tropical, el precio del dólar, Cadivi, la inflación y las grescas por una lata de leche, repta el peligro verdadero: el ofidio de la intolerancia cargado de un coctel de toxinas del cual las verdades absolutas y el desprecio por el otro son ingredientes substanciales.

Muchos piensan que la idiosincrasia del venezolano impedirá el desastre, pero ¡cuidado!, no somos inmunes al horror ya que para deconstruir un país, basta con seguir caminos similares al elegido por los Elegidos del Siglo XXI.

Basta con adoptar la propaganda goebbeliana y tergiversar la historia nacional para crear una épica inexistente, machacar unas pocas ideas elementales y slogans fácilmente digeribles por el pueblo iletrado, polarizar maniqueamente entre explotados y explotadores, patriotas y traidores, avivar el resentimiento, despreciar e insultar al disidente y llevar la política al terreno de la Fe. Exacerbar la religiosidad como elemento de manipulación, arrodillar los Poderes del Estado ante el Ejecutivo, transformar el desbordamiento del hampa en arma de amedrentamiento. Acordar con los eufemísticos “líderes negativos” de las cárceles, fomentar la anarquía conductual de los motorizados, aupar y celebrar las acciones violentas de los grupos paramilitares oficialistas. Ideologizar a la Guardia Nacional y las FFAA para ponerlas al servicio del Partido, ignorar la corrupción policial, el avance indetenible del narcotráfico en las instancias del poder, la obscena rapacería del liderazgo “revolucionario”. Abandonar los servicios públicos, desde la recolección de basura a la salud, ideologizar la educación, aplicar medidas económicas anacrónicas aunque la realidad demuestre su fracaso, adjudicar a la disidencia el desabastecimiento, intentos de magnicidio, complots, sabotajes.

La lista sería infinita.

Es más fácil salir de una típica dictadura de derecha latinoamericana que de este populismo neo-comunista bananero.

Aquella llega para “poner orden”, tortura, secuestra, asesina, se gana el desprecio internacional y cuando logra imponer “la paz de los sepulcros” comienza a pensar en una retirada que le garantice impunidad.

Este régimen actúa de otra forma. Su afán consiste en destruir todo para construir algún día lejano la sociedad perfecta. Se nutre del caos, el facilismo, la impunidad, crea un macro Estado para fomentar la dependencia del ciudadano y en nombre de la probidad y la justicia se vende hacia fuera como el libertador de los oprimidos.

Tamaña tarea tenemos: intentar salir de esta pesadilla mediante métodos democráticos.

Eso sí es difícil.

Pero lo demás puede ser Ruanda.





german_cabrera_t@yahoo.es 24 de octubre de 2013.

CHARLANDO CON DILMA



Charlando de todo un poco como los locos, Dilma, yo le digo: ¡¿qué complicada es la vida, verdad?! Tomémosla a Ud. misma como ejemplo.

En los 60 y 70, siendo una buena muchacha marxista- leninista, se la jugó en el grupo Colina, después en Var-Palmares e igual que la Bachelet experimentó el maltrato de la dictadura y las amarguras de la prisión. Después hizo una larga y brillante carrera en el PT y por fin logró la máxima presea de la democracia, nada menos que la Presidencia de un país tan poderoso que hasta inventaron la palabra BRIC para equipararlo a otras grandes potencias del futuro. Un país que a partir de las políticas acertadas de Cardozo, de Lula y de Ud. misma ha sacado de la pobreza a no sé cuántos millones de brasileros y que hasta históricas veleidades imperiales tiene. Ahora resulta que cuando mejor están los indicadores económicos y la inclusión social, cuando han limpiado de malandros las favelas de Río y se disponen a invertir un realero para el Mundial de Fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016, aparece un montón de indignados para aguarle la fiesta que pondría a Brasil en el top de los medios internacionales y le vuelven la calle un bochinche pidiendo cambios políticos, de salud, transporte y educación.

¡Lo que son las cosas! ¿No?

Pero Ud. ha aprendido mucho de la vida y actúa como lo que es, una verdadera demócrata afirmando que “el Gobierno debe tener humildad y autocrítica para admitir que existe un Brasil con problemas urgentes para vencer, y la población tiene todo el derecho de indignarse con lo que está errado y exigir cambios”. Así se habla.

Pero como a lo mejor Ud. es atea como la Bachelet y como yo y por lo tanto no puede contar con el favor de Dios, voy a darle unos breves consejitos por si la situación se vuelve a poner complicada. Mire, Ud. tiene una opción que tal vez no ha considerado.

Primero se declara Revolucionaria, Antiimperialista y admiradora del Socialismo del Siglo XXI. El asunto es declararse, no tiene que hacer ni respetar nada porque la mera declaración le dará dividendos políticos y patente de corso.

Ud. ya tiene la experiencia de cómo Lula y Celso Amorím congeniaron automáticamente con el gobierno de Hugo Chávez. Después despache a los indignados diciendo que son traidores y apátridas, cáigales a plomo y meta unos cuantos presos de por vida. Luego presione, intervenga, cierre o anule a todo medio de comunicación que informe sobre las protestas. También transforme los medios oficiales en agentes de propaganda exclusiva del gobierno. No se olvide de quitar toda independencia a los poderes del Estado para que cumplan como lacayos las órdenes del Ejecutivo. Es muy importante que se apropie de las Empresas Básicas y las ponga a producir para su Partido y que, en definitiva, no haga distingo entre Partido y Estado porque deben ser la misma cosa. Vocifere sobre justicia social, apueste al resentimiento, prometa mucho y dé poco para que la gente esté siempre a la espera de sus dádivas, pero permita a sus adláteres cualquier tipo de corrupción para mantenerlos contentos y aferrados al poder. Como las Revoluciones necesitan mucho, mucho tiempo para construir el Mundo Ideal, si hace las cosas bien, podrá perpetuarse Per Secula Seculorum.

Lamentablemente no me queda espacio para terminar esta charla pero un día de estos la seguimos.





germancabrera_t@yahoo.es 13 de setiembre de 2013

AMAZONAS: RETRATO DE UN PAÍS IV




Última parte.



El Guardia de la alcabala de Samariapo, enamorado de mi cuchillo, buscaba como quitármelo mientras yo pensaba que ni de vaina lo lograría.

Por fin su avidez pudo más que su prudencia y comentó mirándome a los ojos: -¡Lindo cuchillo este!-, frase a la que yo con idéntica actitud respondí: -¡¡Lindo, sí, muy bonito, por eso lo compré, es mi cuchillo de selva!!. Luego, considerando la requisa concluida, estiré la mano para guardarlo pero el tipejo me lo escamoteó y, levantándolo entre el índice y el pulgar le comentó a alguien que estaba sentado a mis espaldas: -¡¡Teniente, vio que lindo este cuchillo!! Supongo que el Teniente, a quien en mi ofuscación ni siquiera volteé a mirar, le habrá hecho un gesto magnánimo con la mano como quien dice deja eso así y el tipo, renuente todavía, me lo devolvió.

-Bueno señores, muchas gracias y buenos días- dije secamente al tiempo que terminábamos de guardar los interiores y las pantaletas junto con mi atesorada daga y caminábamos de regreso a la camioneta.



En la estrecha caleta del puerto pugnaban por un espacio decenas de curiaras y bongos multicolores con nombres absurdos, atiborrados de guacales, pipotes de gasolina, expendedores de refrescos, jaulas con pollos, bicicletas y todo objeto útil para negociar en los poblados costeros.

Jóvenes indias envejecidas con bebés en los brazos lucían su nueva barriga bajo vestiditos floreados mustios mientras sus maridos sudorosos terminaban de cargar los bultos sobre el bongo o negociaban el precio del pasaje. No menos de 10 Guardias Nacionales verde oliva se paseaban de un lado a otro pescueceando en busca de cualquier oportunidad.

Luego un bongo azul celeste, un motor que enciende y salimos del puerto. En pocos minutos el Orinoco, Colombia enfrente, zona conflictiva. Con la Isla Ratón a la vista el bongo tuerce a estribor por el río Sipapo.

Asombro, selva en ambas márgenes, la temporada de lluvias ha transformado los ríos en masas de agua que se desplazan con la calma de los poderosos. Solo los objetos flotantes indican la velocidad.

El agua oscura, tánica e imparable me recuerda al maremoto japonés desplazándose tierra adentro por los ríos. No hay costa, ni arena, ni piedras, el río ha sumergido la fronda, las raíces yacen en la oscuridad cuatro metros más abajo. Muy a lo lejos se vislumbra entre nubes el Tepuy anhelado. Fotos, merienda a bordo y ahora desviamos por el río Autana. Pocas aves, garzas, un tucán, gritos de guacamayas.

En total 6 horas de navegación placentera hasta la comunidad de Ceguera que en mi romanticismo creí un apellido como Sequera pero que en realidad ilustra el efecto de la Oncocercosis endémica.

Nos recibe un señor “civilizadamente vestido” que se presenta como el Capitán y luego desaparece. En sus “soluciones habitacionales” los indígenas miran televisión.

Estamos dando la espalda al río y cuando volteamos el paisaje es poco creíble, parece un montaje: en la ribera opuesta, a lo lejos brilla la piedra rosada y vertical del Autana. Más cerca el Cerro Wichuj con su perfil de indio acostado.

Prodigioso, solo esa imagen vale el viaje.

Sin embargo, en esos días mi mujer y yo somos los únicos visitantes.

Los extranjeros, temerosos, ya no vienen.

La gente comenta, a sólo una hora en bongo río arriba, muy lejos de la frontera con Colombia, hay un campamento de las FARC con cientos de efectivos. En las últimas elecciones presidenciales hicieron campaña a favor de Chávez y de Maduro en las comunidades indígenas.

De todas maneras allí perdieron.



German_cabrera_t@yahoo.es 13 de agosto 2013

AMAZONAS: RETRATO DE UN PAÍS. III




(III)

Llovió torrencialmente durante toda la noche pero en el cobijo de la habitación Morrocoy, con aire acondicionado y entre sábanas limpias, el clima inhóspito no significó ningún problema.

Temprano por la mañana desayunamos sándwiches aceptables y café en una panadería vecina. El aire, agradablemente fresco después de las lluvias intensas, reconfortaba. A la espera de que los guías nos buscasen en el hotel, decidimos realizar una visita a la Feria de Artesanía Indígena cercana.

En el trayecto cruzamos una linda plaza arbolada por mangos añosos. Estaba anegada y los frutos caídos, ya fermentados, se mezclaban en los charcos sucios con todo tipo de basura urbana.

La mayoría de los kioscos de la feria estaban aún cerrados pero fisgoneando por las rendijas, pude detectar unos pocos objetos Yanomami originales perdidos entre baratijas adocenadas y sin alma. Preguntando precios pudimos hacernos una idea de cuánto podríamos pagar por sus artesanías a los indígenas que visitaríamos en el trayecto fluvial hacia el Autana. Después de todo, con ese objetivo en mente era que habíamos viajado tantas horas en la camioneta. Imaginábamos churuatas autóctonas repletas de arte primitivo y de objetos cotidianos encantadores.

A las 10 de la mañana llegó quien sería nuestro guía, acompañado por el chofer del rústico. Dejamos nuestro vehículo en la entrada del hotel siguiendo las instrucciones del botones: -Estaciónenlo cerca de la puerta donde pueda verlo bien el vigilante nocturno-. Nada tranquilizador.

En el corto trayecto hacia el puerto de Samariapo entablamos fácil amistad con los recién conocidos pero a la mitad del camino nos esperaba la primera alcabala de La Guardia con su característico cartelito metálico y objetos incómodos sobre la calzada. Asomándose por las ventanillas delanteras, los efectivos solicitaron se abriesen las traseras y con actitud de ejército de ocupación nos preguntaron ásperamente si éramos extranjeros.

Linda actitud y linda pregunta para fomentar el turismo.

Después de un breve diálogo en el cual recurrimos a nuestro mejor histrionismo tropical, nos permitieron continuar. A la segunda alcabala llegamos con todos los vidrios abiertos y otra vez la pregunta se refirió a nuestra nacionalidad. A esa altura ya me sentía como un gringo en Afganistán. -¡Bájense con todo el equipaje!- fue la orden. Sobre una pequeña mesa, entre guacales repletos de productos diversos tal vez decomisados, nos hicieron vaciar el contenido de los bolsos: medias, interiores, franelas, pantaletas y mi gran cuchillo de selva.

Era tal el interés con que apretaban entre sus dedos cada prenda que no pude menos que comentar fingiendo naturalidad: -No van a encontrar nada ilegal-, atrevimiento al que el efectivo respondió con autoridad indiscutible: -¡¡Estamos haciendo nuestro trabajo!!-

Luego mi mujer, con fingida ingenuidad femenina preguntó a su vez:

-¿Y qué es lo que buscan si se puede saber-?

-Drogas- dijo uno, -O cartuchos- agregó el otro.

Un cargamento de drogas o de proyectiles adentro de 4 pantaletas y 4 interiores pensé sin por supuesto decir nada.

A todo esto uno de los efectivos había separado a un lado mi cuchillo y cuando comenzamos a guardar la ropa lo alejó un poquito más mientras yo cavilaba: -Perderé el viaje y aquí quedaré preso, pero este carajo ni de vaina se va a quedar con mi cuchillo-.



German_cabrera_t@yahoo.es 29 de julio 2013



AMAZONAS, RETRATO DE UN PAÍS. II



PARTE II



Para no caer en la tentación de dedicar todos mis artículos a enfrentar los disparates que se le ocurren cotidianamente a la plana mayor del gobierno voy a continuar con la narración de mi viaje al Autana.

Antes no puedo dejar de decir que mientras la educación, la salud y la seguridad de este paupérrimo país rico se caen a pedazos, el lúcido Nicolás Maduro declara que las montañas de toda Venezuela estarán pronto erizadas de baterías antiaéreas con la última tecnología del mundo. Emulando a Cuba, la teoría de un ataque eminente del Imperio ha sido adoptada como fórmula de ocultamiento del desastre nacional. Qué asco.



Después del Encuentro Cercano con el oficial paranoico de la Guardia que vio en mí a un potencial espía, llegamos a Puerto Ayacucho.

El primer impacto que causa el centro de la Capital del Estado Amazonas es el de un viaje en el tiempo a la Centroamérica de los 50. El caos vehicular y peatonal así como los charcos barrosos de agua de lluvia se suman a montañas de basura desparramadas por el boulevard.

Dicen que la mala relación entre el Gobernador opositor y el Alcalde oficialista ha resultado en eso. Acostumbrados como estamos al boicot implacable ejercido por el Gobierno Central a los Gobernadores de la oposición no me animo a adjudicar responsabilidades.

Perdidos en el maremágnum del subdesarrollo optamos por preguntar a un motorizado la ubicación del Hotel Amazonas.

Gentilmente el hombre nos guió hasta el sitio por un vericueto de callejuelas pese a la desconfianza atávica sembrada en mi cerebro por los motorizados caraqueños.

La apariencia externa del hotel se asemeja a una escenografía gringa descriptiva de Latinoamérica. Un arco coronado por desvencijado cartel de hierro forjado con el nombre del lugar, da paso a una pequeña redoma y a unos jardines no exentos de encanto tropical. Originalmente una casona antigua, la construcción se prolonga hacia el fondo en ampliaciones modernistas, frías y anacrónicas con el indudable sello de los bienes del Estado donde lo único que destaca son unas hermosas tallas de madera y máscaras indígenas.

La recepcionista, sin siquiera levantar la vista del papel que leía, preguntó secamente: -Dígame-

Un joven y conversador botones nos llevó hasta la habitación que además de un número olvidado lucía en su puerta la imagen de un morrocoy. Las puertas contiguas se diferenciaban por medio de tigres, cachicamos, guacamayas y diversos especímenes de la fauna tropical que algún cerebro creativo había considerado una atractiva forma de identificación.

Una vez dentro del morrocoy, el aire acondicionado y las sábanas blancas resultaron un alivio para el estrés provocado por 11 horas continuas de sobresaltos carreteros.

Como no había sitio cercano y decente donde comer, de la cava que mi previsora mujer había preparado para viajar sin detenernos, salieron a relucir cervezas heladas que acompañaron generosas raciones de asado negro con pan y tomate.

Una vez saciados y duchados logramos que el atento botones nos sirviese de guía hasta un cajero automático.

Fue una ardua tarea. Después de un largo recorrido en medio de la noche lluviosa y caliente que empañaba el parabrisas, comprendimos que en todos los cajeros las colas de usuarios eran infinitas.

-Vaya y venga y no se distraiga, que aquí la seguridad está muy difícil-advirtió el hombre.





German_cabrera_t@yahoo.es 18 de julio de 2013

AMAZONAS, RETRATO DE UN PAÍS EN DESGRACIA I


CAPÍTULO I



El Autana, monolito descomunal truncado en su cúspide, Tepuy solitario rodeado de ríos portentosos que se enroscan en la planicie cubierta por selva impenetrable. Piedra rosada elevándose más de 1200 metros sobre el verde turquesa. La Montaña sagrada, El Árbol de la Vida. Tronco de un árbol titánico donde nacieron alguna vez todas las frutas del mundo y habitaron los pequeños animales y las aves. Ejemplar único talado por la envidia de los seres rastreros que quedarían condenados para siempre por ese acto vandálico.

Imbuidos en el romanticismo decimonónico y el afán de aventuras, mi mujer y yo decidimos visitarlo. Contactamos con una agencia turística que por una suma muy razonable nos ofrecía el viaje fluvial desde Puerto Ayacucho hasta una comunidad indígena al pie de la maravilla.

Interesados en comprar artesanía obviamos el viaje en avión. Haríamos el recorrido en mi camioneta Hilux. Más de 1500 Km. entre ida y vuelta.

De San Fernando de Apure a Puerto Páez la llanura infinita permite aumentar la velocidad. Huecos lunares sorpresivos obligan a frenazos descomunales. Vehículos destrozados a orilla de carretera.

4 horas de recta perenne y sobresaltos. Ahora la vía termina a orilla del Río Orinoco. Puerto Páez. No hay puente, sólo una chalana. Siglo XXI y todavía no hay puente.

Más de una hora de espera en el sauna pegajoso del mediodía. Fue brevísimo nos dicen.

En taguaras sin amor venden galletas y refrescos.

Camino de tierra, pozos profundos dejados por la lluvia. Los carros pequeños pegan sobre las piedras al bajar de la gabarra. Guardias Nacionales mal encarados. Nos toca el turno, El remolcador lucha con la corriente del río crecido que arrastra islotes de Bora.

Brisa fresca.

Estamos del otro lado. Aparecen fantásticas afloraciones graníticas negras a orilla de carretera. En plena soledad, bajo de la camioneta a fotografiar un morro. Pasa un Jeep de la Guardia, sus ocupantes me miran y se voltean como para saltarme encima. Decido seguir camino, acelero, aparece el Jeep, dio la vuelta y vino tras de mí. Se me pega, hace señales de luces, me orillo, me detengo, mento la madre bajito, mi mujer se asusta. Por el retrovisor veo a un oficial joven que viene con la mano sobre la pistola, bajo del carro antes que llegue, ilumino la mejor de mis sonrisas y le extiendo la mano. Con eso lo desarmo. Me interroga: si soy extranjero, que a qué le saco fotos. A ese morro, contesto. ¿Y qué sabe Ud. de ese morro? pregunta. Yo nada, simplemente me gusta, ¿y tú qué sabes? le digo confianzudo aprovechando mi edad. No, nada, dice sorprendido. Luego pregunta por mi profesión, muy simpático le entrego una tarjeta, le cuento sobre mi vida, le informo sobre nuestra visita al Autana. Ya lo aflojé. Me pregunta dónde vamos a pernoctar, me recomienda otro hotel, y por fin me dice puede continuar Ciudadano.

Cuando ya se iba, como venganza por el mal rato, le pregunto cuál fue su razón para detenerme. Me responde que yo podía ser un turista u otra cosa. ¿Qué otra cosa?, insisto arriesgando. Hay mucho extranjero interesado en obtener datos sobre la zona y nuestras riquezas, me responde enfáticamente.

Deduzco que, a sus ojos, este Ciudadano algo mayor sacando fotos en la carretera a plena luz del día resultaba sospechoso de espía.

Como que se lo creen.



Continuará.

LA REVOLUCiÓN, FANTASÍA Y REALIDAD



Germán Cabrera T. (Artista Plástico, profesor de arte, Miembro de la Fundación Espacio Abierto).

e-mail: german_cabrera_t@yahoo.es



Estimado lector, en el presente ensayo pretendo desarrollar una aproximación a la estructura de pensamiento y de razonamiento político de la izquierda radical “revolucionaria” y de las acciones derivadas de su visión del mundo.



Es importante destacar que fui en mi juventud partícipe de esos razonamientos e integré las filas del aparato militar del MLN-TUPAMAROS uruguayo. Ingresé a la organización en octubre de 1969, actuando en la guerrilla urbana hasta el 2 de julio de 1971, cuando caí preso.- Luego de dos años de cárcel emigré a mi tierra natal, Venezuela.-



Entiendo que este somero análisis puede ser útil para ayudarnos a interpretar el fenómeno de la “Revolución Venezolana”, de su influencia en América Latina y para ubicarnos en las perspectivas de lo que vendrá. Parte de este trabajo, (la caracterización y descripción del gobierno de Hugo Chávez), está dirigido a informar a los ciudadanos de otros países sobre lo que sucede en Venezuela.



1) SOBRE INSURGENCIAS Y OTRAS YERBAS



A manera de introducción, y siendo un poco esquemáticos (a veces las limitaciones propias y del lenguaje nos obligan a ello) podríamos catalogar las reacciones populares violentas ante el Estado con diversos términos según sus características.

Podemos llamar Levantamiento Popular a un movimiento social espontáneo provocado generalmente por hechos fortuitos o coyunturales considerados injustos por el pueblo.- Si bien pueden ser azuzados inicialmente por algún sector político, toman su camino propio, sin dirección clara, como un alud de nieve.- Saqueos, agresiones , robos, catarsis colectiva violenta y, generalmente, un desenlace breve . El Levantamiento o Alzamiento Popular puede fungir como ensayo para posteriores acciones dirigidas políticamente.



Una Rebelión Popular implica, en mi criterio, planificación y dirección política. Se busca desestabilizar un gobierno con objetivos claros, que generalmente consisten en la sustitución de aquel por otro gobierno y por otra forma de gobernar que los rebeldes pueden considerar más justa o conveniente. Este tipo de acciones buscan a menudo el apoyo de sectores de las Fuerzas Armadas para hacer más eficaz el movimiento.

La Insurgencia se refiere, a menudo, a movimientos de tipo militar, aunque estos puedan tener apoyo popular y puedan ser acompañados, a veces, por levantamientos y protestas generalizadas. Similares características tienen los términos Rebelión militar y Levantamiento militar, que se inician como acciones de desacato dentro de las Fuerzas Armadas con objetivos variables, desde una protesta por situaciones coyunturales hasta el intento de derrocar gobiernos.



En América Latina estamos acostumbrados a oír frecuentemente estos términos en boca de militares, como eufemismos elegantes para disfrazar intentos de golpe de Estado.- “Insurgimos el 27 de febrero”, frase muy usada por los compañeros de intentona de Chávez, suena mas “políticamente correcto” que “intentamos dar un golpe de Estado” ya que ese término se le endilga a las intentonas de derecha. Insurgentes más no golpistas porque nos decimos “de izquierda”.

Pero en definitiva, dentro de los regímenes democráticos, si queremos ser justos, los intentos de toma del poder mediante la acción violenta de las FFAA deben ser entendidos y nombrados como Golpe de Estado vengan de la derecha o de la izquierda. Solo las dictaduras, los regímenes de fuerza que cierren todas las salidas democráticas pueden ser, a mi criterio, enfrentados con la fuerza militar y la violencia de manera lícita.



Rebelión, Alzamiento, Levantamiento, Insurgencia, Subversión, Golpe de estado y otros, ilustran, entonces, diferentes formas complejas que actúan en solitario a veces y a veces combinadas y enfrentan a los pueblos o las Fuerzas Armadas contra el Estado.- En su mayoría buscan simplemente la toma del poder y el cambio en la forma de gobernar, aunque, como veremos, pueden ser útiles a otros objetivos mas profundos.



2) REVOLUCIÓN



Se ha utilizado repetidamente durante todo el S. XX el término Revolución para referirse al tipo de fenómenos políticos nombrados anteriormente y enmascarar el “quítate tú para ponerme yo” o las dictaduras.-

Ahora bien, una revolución real es un proceso profundo que, mas que sustituir un gobierno por otro, sacude un sistema político-económico-social y subvierte el estado de las cosas para lograr un orden nuevo. Es como una mutación en el desarrollo de una sociedad, un corte abrupto en el hilo de la historia, un corta caminos, un ahorra tiempo en la lucha de algunos hacia una sociedad diferente a la anterior.

Llevar adelante un cambio tan radical como éste implica tres etapas fundamentales:

1) La toma del poder

2) La consolidación del poder y

3) La construcción de una nueva sociedad.

Como vemos esto significa, en primera instancia, que un grupo de personas deciden, sin tomar en cuenta al resto de la población (mayoritaria o no), hacerse con el poder para imponer su modelo social y su forma de pensar.

Por lo tanto para consolidar ese poder obtenido (segunda etapa), los revolucionarios deberán enfrentar el descontento o la oposición del resto de la sociedad que no está de acuerdo con su proyecto. Solamente superando ese escollo la Revolución podrá comenzar en su titánica tarea de construir la nueva sociedad.-

El descontento o desacuerdo con este tipo de procesos puede ser de muy diversa índole, tanto con el contenido de las propuestas revolucionarias como con la forma en que estas quieren llevarse adelante o con ambos aspectos. Dependerá este descontento, de la forma en que cada individuo se relacione con la sociedad desde el punto de vista cultural, económico, filosófico o político. Como vemos el abanico de razones para enfrentarse con los procesos revolucionarios puede ser casi infinito, y no necesariamente será por la defensa de intereses egoístas.

Cada revolución tendrá sus métodos y sus tiempos, y las etapas 2 y 3 pueden solaparse la una con la otra dependiendo de la correlación de fuerzas entre los sectores enfrentados y los intereses tácticos de los revolucionarios.-

Dicha correlación podríamos medirla en apoyo popular, en habilidades políticas, en paciencia, en voluntad y en inteligencia. Ello siempre y cuando una de las dos partes o ambas no se desboquen en una ruptura total de las reglas de juego democrático. A partir de allí la incertidumbre, la violencia y el caos.



3) LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA



Hemos hablado hasta ahora del concepto Revolución de manera general. Vamos a referirnos ahora a La Revolución Socialista a la que llamaremos en adelante” La Revolución”.- Si bien esta aclaratoria semántica puede parecer innecesaria, la considero importante ya que para el creyente revolucionario latinoamericano La Revolución es una sola y con características muy particulares a las que nos referiremos.



A las características descritas anteriormente La Revolución agrega un bagaje de valores morales entre los que se destacan como más importantes la justicia y la igualdad, y un respaldo teórico ideológico, de base marxista, que varía según las corrientes pragmáticas en que se inspire en Leninista, Maoista, Trostkista, Anarquista etc.

Influida por la experiencia de la revolución rusa, la china y luego impulsada por la cubana, La Revolución cautivó a mas de tres generaciones como la salida deseable y posible a la injusticia social y se rodeó de un aura romántica y heroica que influyó enormemente en la visión política del latinoamericano.

Desde el fin de la segunda guerra y la consolidación de la URSS como potencia, bajo la sombra de la Guerra Fría, América Latina fue apetecida por esta para consolidar su influencia y defendida por los Estados Unidos como su patio trasero en donde ponía y quitaba gobiernos y dictaduras a su antojo.

El mundo, dividido en dos áreas de influencia, se vio presionado por un juego de ajedrez brutal en el que ambos contendores intentaban introducir sus piezas en el terreno del otro. Casi todos los jóvenes militantes de la izquierda tuvimos, de alguna manera, nuestra pasantía, por un Partido Comunista pro-soviético.



Durante los años 60 el surgimiento sorpresivo de la Revolución Cubana con un discurso Fidelista casi inédito y con la figura romántica del Ché plantea la lucha revolucionaria bajo una nueva óptica, priorizando la lucha armada como metodologia .



Mientras tanto el Mayo francés, la guerra de Viet Nam, el movimiento contestatario norteamericano y europeo, el poder negro, la crisis de los cohetes, el hippismo y el rock, entre potros elementos de influencia, sembraron en los jóvenes utopías y rabias que fueron campo fértil para la búsqueda de salidas “revolucionarias”.

Las izquierdas fuera del poder, logran gran influencia en el continente y los Partidos Comunista pro soviéticos que durante muchos años dominaron el sindicalismo marxista y recibieron el apoyo electoral de la izquierda, tuvieron que enfrentar divisiones internas y el surgimiento de movimientos radicales que eligieron el camino de la lucha armada en nombre de los desposeídos y bajo la premisa de que” a un rico no se le puede quitar lo que tiene por las buenas”.

La muerte del Ché, la ilusión del “Hombre Nuevo”, los manuales de marxismo elemental, la aventura del Granma , la nueva Teoría del Foco de Regis Debray y las canciones de protesta, fueron suficiente base emotiva y teórica para la creación de los grupos guerrilleros que se regaron por todo el continente.-

“Hacer la Revolución” era el objetivo primordial y la panacea para todos los males sociales, la lucha armada era el método de moda para lograrlo.

El cortoplacismo estaba a la orden del día, todos queríamos ser Fideles o Chés o Camilos o Marulandas y tener nuestra propia Sierra Maestra. Ese era el contexto.



En pocos años las acciones armadas sacudieron América Latina despertando lo más terrible de las sociedades de la época y la repuesta oficial fue la tortura, la desaparición, los escuadrones de la muerte y nuevas dictaduras militares de derecha.

Algunos de estos movimientos guerrilleros actuaron contra dictaduras oprobiosas y criminales (comunes para la época en América Latina), como forma totalmente lícita de rebeldía. Pero otros grupos armados lo hicieron contra sociedades democráticas, desestabilizándolas tan profundamente que terminaron cediendo ante golpes militares de derecha.

Es más, la desestabilización se transformó en un objetivo para lograr las “condiciones objetivas y subjetivas” para La Revolución. “Agudizar las contradicciones” era el lema que llevó a sociedades bastante equilibradas al desastre. Una dictadura o una invasión gringa era deseable para transformar la lucha en una guerra de liberación como la argelina que “despertara al pueblo adormecido”.

No estoy afirmando que esas sociedades democráticas que se vieron enfrentadas al fenómeno de la lucha armada fueran perfectas ni mucho menos, la pobreza y la inequidad han sido características de toda sociedad.

Pero contaban con gobiernos elegidos por su pueblo bajo normas justas, estructuras democráticas sólidas y funcionales, independencia de poderes y una larga tradición de libertad.

¿Qué aportó a esos países el intento de imponer La Revolución?

Nada positivo, solo desasosiego, violencia, dogmatismo, presos, víctimas y rencor. Era más fácil y atractivo (al principio) tomar un arma y arriesgar la vida que dedicar esa misma vida a un trabajo político-social transformador.-

La lucha armada y las consignas huecas son más románticas y adrenalínicas que la acción político-social creadora, aunque su sustento histórico y filosófico sea infinitamente pobre o se sustituya por un dogmatismo maniqueo y simplón.

En fin, hubo mucha entrega, mucho sacrificio, mucho heroísmo e incluso mucho amor, pero en su nombre se cometieron todo tipo de disparates y al final fuimos derrotados, encarcelados, exilados, desaparecidos, torturados o muertos. Una generación de gente valiosa con la vida destrozada y antiguas democracias “imperfectas” pagando el precio de la dictadura.



4) LOS REVOLUCIONARIOS.



Para quienes tuvimos la suerte de sobrevivir el tiempo pasó, nos enteramos (o por fin quisimos enterarnos) de los horrores del Stalinismo, de la Revolución Cultural China, cayó el muro de Berlín , la revolución cubana se transformó de panacea en pequeña dictadura fascistoide y el heroísmo sandinista derivó en otro gobierno excluyente que fue derrotado.

Paralelamente fuimos testigos de los horrores del Kmer Rojo de Cambodia, intentando con su genocidio recomenzar la historia desde cero, del delirio de Sendero Luminoso con su amputador maoísmo trasnochado, de la transformación de las FARC colombiana en narco-guerrila, de la hambruna infinita de África entre golpes y revoluciones contrastando, por ejemplo, con el éxito del sacrificio y la conciliación de Mandela en Sudáfrica.-



Todos fuimos envejeciendo, tuvimos hijos, trabajamos, produjimos bienes, experimentamos la infinita diversidad de experiencias que da la vida, acertamos y erramos y algunos maduramos políticamente convenciéndonos de que no hay verdades absolutas, modificando nuestra forma de pensar y ver el mundo, sacudiendo los esquemas y el maniqueísmo violento.

La religión marxista leninista había filtrado todos nuestros pensamientos y actos por mas de 20 años, sustituyendo nuestro raciocinio por la fe y el conocimiento por el dogma.

En lo personal ese parto fue largo y difícil, ya que significa el cuestionamiento de una forma de vivir y sentir y la sustitución de una concepción emotiva y parcializada de la política y la historia por una concepción racional y equilibrada. El resultado final fue declararme “librepensador”, un término que si bien decimonónico, ilustraba mi nueva forma de pensar y actuar en libertad, según criterios personales estructurados en torno a mi experiencia. En todo caso como a mí me dé la gana y sin mirar para los lados.



Pero, lamentablemente para todos, muchos siguen pensando igual, como si el tiempo y la historia no hubiesen transcurrido, aferrados a su forma de ver el mundo, a lo que yo llamo su ”cosmogonía revolucionaria”.

Una cosmogonía construida a través de los años con hilos invisibles compartidos que les relacionan con el pasado, con el recuerdo de lo que fue, con el rencor, con la cárcel y la tortura, con el heroísmo y los compañeros muertos, con las canciones de protesta y la Revolución cubana de los inicios, con la sonrisa el Ché muerto mirando al infinito, con los 60 y los 70.- Pero por sobre todo con conceptos absolutos incuestionables basados en presupuestos, con dudas imposibles, con razonamientos estáticos y afirmaciones inamovibles.-

Es el pensamiento quieto, la “fidelidad a las ideas”, uno de los conceptos más reaccionarios de la izquierda. Hay que ser fiel a las ideas de la juventud para toda la vida, como si el cerebro no se nutriese de la experiencia personal, del aprendizaje, de los cambios en la historia, de la ciencia, de la tecnología y del pensamiento. Y de la madurez.

Creo que si hay algo que debemos mantener es la fidelidad a los principios, a la honestidad, al afán de justicia y libertad, a la búsqueda de la paz y la equidad entre los seres humanos, a la construcción de una sociedad y un mundo mejores.



Yo ya no creo en revoluciones, y menos en La Revolución, asumo (¡oh pecado!) que soy profundamente reformista y “evolucionista”. Creo que las sociedades poseen mecanismos naturales para superarse a sí mismas mediante la evolución de sus estructuras. Me parece terrible someterlas a la arbitrariedad, la violencia y los traumas de una revolución en la búsqueda teórica de un bienestar que se puede lograr en la práctica por métodos pacíficos e inteligentes aunque tal vez mas lentos de lo que desearíamos.



La Revolución Francesa, si bien quebró la sociedad monárquica y declaró los Derechos del Hombre y el Ciudadano, terminó tragándose en El Terror a sus propios mentores y derivó en el Imperio de Napoleón y su delirio militarista. La Revolución Rusa, después de 70 años de represión, oscurantismo, ineficacia y genocidio, se desmoronó como un castillo de arena y la URSS, atomizada y empobrecida, derivó en las terribles guerras locales de las que fuimos testigos y en el Putinismo.

China tuvo que pasar por los horrores y las humillaciones de la Revolución Cultural para transformarse al fin en un híbrido perverso donde conviven lo peor del autoritarismo con el capitalismo más salvaje. La Revolución cubana, después de encarnar la esperanza latinoamericana, se ha transformado en una pobre dictadura unipersonal que, escudada tras “Patria o Muerte venceremos” y su antiimperialismo eterno, no ha logrado después de 50 años, cubrir las necesidades elementales de vivienda y alimentación de su pueblo, sometiéndolo al Poder Absoluto de un gobierno unipersonal.

La Revolución Sandinista después de una lucha épica fracasó con un gobierno excluyente la primera vez, y ahora, aliada con la derecha rancia intenta sobrevivir con las dádivas de los petrodólares que Chávez le escamotea a su propio pueblo.

En fin ¿Dónde están las experiencias positivas de La Revolución? ¿Cuál es la sociedad modelo que ha echado para adelante en Revolución? ¿En qué experiencia de eficacia, equidad, libertad, justicia y progreso revolucionario podemos inspirarnos?

En ninguna, todas han fracasado.

Pero sin embargo se mantiene la ilusión de la izquierda más terca de construir el “Socialismo del siglo XXI “sobre bases irreales, sobres las bases de la

no-historia. El asunto es mantener la cosmogonía revolucionaria por encima de la realidad y la sensatez, mantener el lenguaje revolucionario, sobre todo el lenguaje.- Construir una Revolución Verbal por encima del fracaso de las revoluciones reales.

La Revolución, en lugar de herramienta para el cambio, se ha transformado en un objetivo en sí misma aún por encima de los intereses del pueblo.

Ser revolucionario es algo para toda la vida, no importan los fracasos, no importan las derrotas, no importa la experiencia que nos indique que ese no es el camino, que debemos buscar otro. Ser revolucionario es un sentimiento por encima de la racionalidad.

Y los que no lo son, o discrepan, son objeto del mas puro desprecio, descalificados y odiados.

Mi madre, Blanca Traversoni, profesora de historia y de arte, respondió así una pregunta mía en el año 1966: “ Si querés trabajá con los Comunistas, pero nunca te afilies al Partido porque si no cuando te vayas van a decir que sos de la CIA” Yo tenía 16 años.

Cuando ese sentimiento descalificador llega al Poder se traduce en una actitud de “Ejército de Ocupación”. El YO revolucionario es dueño de la verdad además de la justicia y de la historia (aunque esta demuestre lo contrario). El Yo revolucionario quiere el bien de los demás, la justicia y la igualdad y la única forma de lograrlo es mediante La Revolución. Quien no piense así será declarado fascista o facho, golpista, agente de la CIA, Pitiyanki, reaccionario, oligarca, traidor a la patria, amén de los términos peyorativos que sobre la marcha se le vayan ocurriendo al máximo y único líder que siempre florece en estos procesos. De hecho, en Venezuela, aparentemente 5 millones de electores son oligarcas y traidores.



Otra característica de La Revolución es que realmente se toma su tiempo.- El tiempo revolucionario para llegar al Nirvana de la perfección social es muy elástico. Mao decía que nadie conocería al verdadero Comunismo hasta dentro de 5.000 años. Chávez habla de 20, 30, 40, 50 o 200 años según su humor.- Fidel se ha perpetuado 50 años montado sobre promesas y consignas y corriendo la arruga de objetivos no logrados hacia un futuro incierto que algún día llegará. Las carencias materiales, el hastío existencial y la ausencia de libertad no importan, cuando La Revolución se instala el pueblo debe aprender a esperar hasta la eternidad.



4) TOMA Y CONSOLIDACIÓN DEL PODER.



Como lo decíamos anteriormente, la izquierda revolucionaria latinoamericana intentó repetidamente el asalto al poder mediante la lucha armada durante los 60 y 70. Fueron más los fracasos que los éxitos y muy alto el costo en sufrimientos y en vidas. Esto provocó una revisión metodológica.- El asunto planteado era como poder acceder al poder sin enfrentar, necesariamente, a las FFAA. Por supuesto que el método electoral no figuraba en sus planes ya que esta metodología siempre fue catalogada de reformista, y por lo tanto intransitable.

La Revolución siempre ha considerado a los ejércitos tradicionales como clasistas y defensores de la burguesía, prácticamente como el brazo armado de la oligarquía y en algunas circunstancias esa afirmación se basaba en hechos reales. Existían, de hecho, regímenes autoritarios con fachada democrática sostenidos por una oligarquía primitiva y voraz. Pero en forma simplista La Revolución lo hizo extensivo a todo ejército perteneciente a democracias consolidadas y catalogadas con desprecio de “Democracias burguesas”.

Así que la forma mas sencilla de doblegar esos ejércitos sería infiltrándolos, ideologizando hacia la izquierda alguno de sus componentes.

El Perú de Velazco Alvarado fue un intento. Ahora le ha tocado el turno a Venezuela.

Aquí surge en los 80 un pequeño grupo de oficiales de rango medio “revolucionarios”, organizados en torno a una ideología confusa y primitiva denominada “Bolivariana”, una especie de Cambalache en la que se mezclan influencias tan dispares como la de un marxismo elemental, la de Douglas Bravo, Bandera Roja y la del argentino antisemita Humberto Ceresole amigo de los fascistas Carapintadas, con los pensamientos de un Simón Bolívar acartonado y extraído de su contexto histórico.

Este movimiento fue, desde un principio, conspirativo y golpista, y se planteaba el asalto al poder mediante un Golpe de Estado en un país con una democracia consolidada durante 50 años.-

Nadie que haya vivido en Venezuela durante los últimos 30 años puede dudar de los defectos de dicha democracia petrolera: pobreza, inequidad, corrupción y descomposición de los Partidos tradicionales.- Pero la estructura democrática funcionaba con independencia de poderes, alternabilidad de gobiernos, convivencia nacional y avanzaba por encima de sus errores hacia la descentralización y la modernización.-

Era un país complicado y lleno de problemas, pero de cara al futuro.

Sobre el diagnóstico de su enfermedad, todos estábamos más o menos de acuerdo, las discrepancias llegarían con las medicinas y el tratamiento aplicados.

El Movimiento Bolivariano dio dos Golpes de Estado sangrientos y en ambos fracasó. No olvidemos, ese fue el inicio.

Esas derrotas desmoronaron el “glorioso movimiento que salvaría al país de las garras de la corrupción”. Pero dejó la semilla mediática de un teniente coronel de paracaidistas que por televisión afirmó: “Por ahora no hemos podido obtener el poder”.-

Después del primer golpe, Hugo Chávez es detenido y pasa 2 años en prisión de donde sale indultado por el Presidente Caldera. Una vez en la calle se dedica a recorrer el país anunciando nuevos alzamientos militares y declarándose partidario de la abstención electoral ya que, sostiene, las elecciones son un “fraude del sistema”.

Influido por políticos sagaces que se unen a su movimiento adopta el segundo giro estratégico importante que lo pondrá en el ascenso al Poder, presentándose a elecciones. Va montado sobre la ola golpista, su aura romántica de militar rebelde con boina roja y su frase “por ahora”.-

Planteó desde el principio una campaña dual: violenta y descalificadora cuando prometía “freir en aceite las cabezas de los políticos” y a la vez conciliadora y paternal prometiendo justicia e inclusión. Cabalgaba sobre el concepto de la antipolítica y el antipartidismo, sembrados durante años por sectores multiideológicos en el país. Sorprendía ver lo fácil que calaba en diferentes estratos sociales, fue apoyado por la Iglesia, por sectores de la burguesía, por importantes medios de comunicación y comenzó a hipnotizar a las clases mas desposeídas, ávidas de un militar macho y autoritario que “pusiera orden en esta vaina”.

Fue la misma “democracia burguesa” que hoy él denosta, quien, tras ganar las elecciones, le entregó el poder con total transparencia y sin abusos. El primer objetivo revolucionario, La Toma del Poder, había sido logrado por una vía inesperada.



Para el revolucionario, el Estado Democrático moderno y la Democracia Representativa son enemigos. Como expresión política del capitalismo deben ser destruidos.

La segunda etapa de La Revolución, Consolidación del Poder implica copar todos los espacios democráticos y deconstruir su estructura para, sobre sus restos, construir la nueva sociedad perfecta, la Sociedad Socialista.

La Revolución parasita la sociedad nutriéndose de ella, para por fin destruirla.

“Profundizar la revolución”,”Radicalizar el proceso”, significa apurar la destrucción de la sociedad capitalista y democrática para construir lo antes posible la sociedad socialista.

Por supuesto que la palabra Socialismo utilizada por el Chavismo, nada tiene que ver con el Socialismo Democrático aplicado con éxito, con enorme eficacia en tantos países.

Tomemos como ejemplo a los Países Escandinavos, que en 60 años, desde la 2ª Guerra Mundial hasta hoy, se han puesto a la cabeza de Europa con un sistema capitalista mesurado, una democracia absoluta, una justicia social profunda, un fuerte espíritu de trabajo y una enorme eficiencia producto de la continuidad de objetivos planteados estratégicamente por sucesivos gobiernos social demócratas.

¿No es esa una sociedad deseable? ¿No es el bienestar del ser humano lo que buscábamos quienes alguna vez luchamos sinceramente en las filas de La Revolución? Inclusión social y política, justicia, alimentación, vivienda, educación, seguridad, ocio creativo, felicidad, ¿no fueron siempre nuestros principales objetivos? ¿No es por ello que debemos seguir luchando? ¿Se necesita una revolución para eso?

Lamentablemente para nosotros la respuesta del revolucionario es SI, él siempre necesitará hacer La Revolución porque ha asumido esa acción como el significado de su vida.- Él vive por y para un mito, el mito del único proceso que creará un “hombre nuevo” sobre el cadáver del “hombre viejo” y la sociedad nueva y perfecta sobre el cadáver de la sociedad vieja e injusta.

No importa el tiempo que eso lleve, no importa la angustia ni el sufrimiento de un país entero, no importan, en definitiva, los intereses del pueblo, porque por encima de él está La Revolución.

No importa ni siquiera la experiencia histórica plagada de fracasos, y que Cuba, nuestra experiencia más cercana, se haya transformado en una caricatura trágica de sí misma, con un pueblo cansado sentado en los bordes de la acera mirando pasar la historia o esperando, cuando más, que mueran los líderes para empezar de nuevo.

En su afán de romper con la relación de explotación entre la burguesía y el proletariado, el revolucionario creará una nueva sociedad donde la casta en el poder se adueñará de todo, hasta de la vida del ciudadano.

Dentro de La Revolución todo, fuera de La Revolución nada.



Estamos pues en Venezuela, en la segunda etapa de La Revolución. Recordemos que Lenin hablaba de la Dictadura del Proletariado como etapa de dominio sobre los poderes burgueses en la transición hacia el Socialismo.

En teoría, en esta etapa debe mandar El Pueblo, quien se transforma en dictador. Ahora bien, nuestra experiencia venezolana nos indica que El Pueblo es otra abstracción, ya que proletario que esté contra el gobierno es contrarrevolucionario y burgués que se pliega “al proceso” pasa a ser aliado y empresario de la Revolución. En definitiva podemos afirmar que para ser considerado Pueblo hay que apoyar a Chávez: “Pueblo es todo aquél que está conmigo y lo demás es mierda”.

Así que esta etapa, como dijimos anteriormente, no debe tener límite de tiempo. Tampoco su líder debe estar constreñido por fastidiosos períodos presidenciales, el objetivo es mantenerse eternamente en el poder como única garantía de que La Revolución pueda llegar a feliz término. En ese camino, el Presidente acaba de triunfar, con todo el abuso de poder imaginable, en un Referéndum para una reforma constitucional que pretende terminar con la alternabilidad y perpetuarlo “hasta que sea necesario” como él mismo dice.



La Revolución debe tener un control absoluto del Estado y a eso se ha abocado desde sus inicios. El Poder Electoral está integrado por 4 miembros oficialistas y 1 de oposición, en la juramentación de los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia estos gritaron de pie: “Uh, Ah, Chávez no se va”. El Defensor del Pueblo, El Fiscal General de la República y el Contralor General son todos obsecuentes militantes oficialistas. La Asamblea Nacional tiene aplastante mayoría del gobierno por errores abstencionistas de la oposición. Todos los Poderes que en una democracia real deben ser independientes, son aquí genuflexos al Ejecutivo y todo el Ejecutivo se mantiene a la espera de las órdenes del Presidente y se expresa a través de su terminología agresiva. Una autocracia absoluta: “La Patria soy Yo”.



Se obliga a todos los empleados públicos o contratados por el Estado a vestirse de rojo, utilizando franelas y gorras con consignas revolucionarias y deben asistir a todos los actos de calle oficiales, a donde se les traslada en autobuses desde todo el país y se les pasa lista bajo amenaza de despido. Igual amenaza se utiliza para los miembros de las Misiones Populares y sus familias que reciben becas de diferente índole.-

Se juega con el secreto al voto dejando colar que el gobierno puede enterarse por quien votó cada ciudadano y tomar las medidas del caso.

En cada acto electoral se cubren de propaganda oficialista todas las dependencias del Estado, civiles y militares y se utilizan todos los vehículos oficiales para el traslado de militantes y para propaganda.

Se utiliza la Lista de Tascón( Diputado oficialista que se encargó de la tarea), para privar de todo beneficio y trabajo con el Estado a cualquier ciudadano, que, en ejercicio de sus derechos democráticos, haya firmado el Referéndum o cualquier otro documento en contra de La Revolución o de El Supremo, utilizando para para obtener los datos los listados oficiales del Consejo Nacional Electoral.

Se prohíbe a cualquier empresa relacionada con el Estado de alguna u otra forma a contratar a alguno de los 20.000 empleados de la petrolera PDVSA despedidos cuando el paro nacional.

Se obliga a los militares a gritar como saludo “Patria, Socialismo o muerte” y se utiliza al Ejército y la Guardia Nacional para agredir a los manifestantes de oposición, defender a los oficialistas y hacerse la vista gorda ante cualquier agresión a los demócratas.

El mismo criterio ideologizante y parcializado quiere utilizarse en la educación, cosa que aún La Revolución no ha logrado. Esta es la única revolución que pierde repetidamente las elecciones en todas las universidades nacionales, tanto privadas como públicas, una revolución sin estudiantes, los cuales se han transformado en una de las principales fuerzas de oposición al abuso y la exclusión.

El gobierno trata de resolver el problema inventando nuevas Universidades paralelas como La Bolivariana donde se catequiza a los estudiantes en el dogma revolucionario.

La creación de estructuras paralelas a las del Estado en aquellos puntos donde le convenga al gobierno es otra característica de este régimen mientras se afianzan en el poder.

Se ha creado, en paralelo a las Fuerzas Armadas, La Milicia Popular como un brazo armado a la orden del Presidente quien desconfía de todos y de todo.

Se promueven sindicatos paralelos oficialistas, organizaciones paralelas de profesionales, de la clase media “positiva”, de industriales, de comerciantes etc. En todas las áreas donde el gobierno no logra triunfar democráticamente paga para crear una estructura paralelaa la que se le opone.

El colmo del absurdo es que existe en Venezuela una guerrilla oficialista, “fuera de control” del gobierno, el Frente Bolivariano de Liberación, que actúa y secuestra impunemente en el interior del país sin que nadie la reprima.- También se utilizan grupos de choque urbanos armados y apoyados a cara descubierta por dirigentes del chavismo que hipócritamente también se mantienen “fuera de control”, y “se le escapan de las manos” al gobierno.-



Esta modalidad de aparatos represivos paralelos a los estatales es muy útil a la hora de deslindarse hipócritamente de sus acciones, y muy práctica a la hora de reprimir “sin responsabilidad gubernamental”.

Estos agreden periodistas en la calle o realizan atentados a personas y grupos políticos declarados “objetivos militares” y declaran en los medios que hay que matar al enemigo.- Utilizan bombas lacrimógenas y armas del parque estatal. Cuando conviene electoralmente, el presidente los manda a poner presos por televisión, nada sucede y no se habla más del asunto.

Esos grupos han ocasionado decenas de muertos, han sido filmados y fotografiados disparando con pistolas y revólveres a personas desarmadas, están identificados y están libres. Aquellos que son detenidos salen en libertad de inmediato por “órdenes de arriba” y algunos han sido condecorados como “Defensores de la Revolución” en actos públicos.

Mientras tanto, los opositores presos languidecen en las cárceles durante años sin pruebas y sin juicio, por artimañas leguleyas que postergan sus audiencias hasta el infinito como en el cuento del gallo pelón y cuando se les juzga se les descarga todo el peso de la venganza ideológica, como “para que los demás se vean en ese espejo”.

Paralelamente, un descuido total hacia la seguridad del ciudadano ha provocado el desborde absoluto del hampa que ya ha cobrado mas de 100.000 muertos (sí, cien mil) en lo que va de este gobierno.

Pero no importa, esos son resabios de la sociedad burguesa con los que hay que cargar, como rémoras adheridas al casco,” hasta que algún día podamos extirparlos”, por ahora, al que no le guste, que se vaya del país.





El Presidente carga con una extraña mezcla de poder absoluto y sentimiento de indefensión. Esto último es lo que yo llamo el “síndrome de minoría o de oposición” tan anclado en la psiquis de la izquierda que se mantiene aún en el poder y les hace hablar permanentemente de magnicidio, de complot, de Golpe de Estado encerrándolos perpetuamente tras anillos de seguridad cubanos y en carros blindados, mientras son los suyos que agreden de la manera impune y salvaje a todo disidente.



Chávez utiliza las cadenas presidenciales y todos los actos oficiales para la propaganda política.- El Poder Electoral mira para otro lado mientras se abusa inmisericordemente del espectador o del oyente durante horas y horas. Todos los canales de TV y emisoras de radio (oficiales y “comunitarias”) que son mayoría oficialista en proporción abrumadora funcionan con el único y excluyente objetivo de propaganda de La Revolución. No hay medida, no hay balance y para colmo de hipocresía en este surrealismo obsceno, el gobierno afirma que hay “desbalance” propagandístico ¡¡ a favor de la oposición!! Ya ha cerrado al canal de TV más antiguo del país y ahora busca la forma de cerrar el único canal informativo realmente crítico al gobierno aunque plural en su cobertura.



Dentro de este contexto de control total y arbitrariedad La Revolución plantea una Democracia Referendaria a la que puede manejar a su antojo en una desmesura de la cual parece muchos extranjeros ni se enteran.- Vamos de elección en elección, y no hay tiempo para gobernar, la atención de los problemas reales y cotidianos del pueblo vendrá mucho mas adelante, cuando se construya la sociedad justa y socialista.

Se crean los “Consejos Comunales” en sustitución obligada de las Asociaciones de Vecinos que funcionaban en gobiernos anteriores como polea de transmisión entre el pueblo y las autoridades cercanas para la resolución de los problemas cotidianos. Pero se le da de inmediato contenido ideológico, pretendiendo que funcionen como engranajes de La Revolución mediante la presión económica y la aprobación o desaprobación de proyectos tales como asfaltado o construcción de cloacas. Se pretende, en teoría crear una Democracia Participativa y Protagónica pero el ciudadano pude participar y ser protagonista mientras esté de acuerdo con el proceso y en realidad el asunto termina resumiéndose políticamente en que el supremo líder le “participa” al ciudadano lo que debe hacer, y los consejos comunales terminan siendo arrastrados a los actos oficiales como se hace con lo empleados públicos.

En paralelo se da a la gente ”caramelitos” circunstanciales, planes de nombre rimbombante y corto alcance, misiones educativas tipo “comida rápida” y regalos, muchos regalos que les mantengan pasivos a la espera de la felicidad, esperanzados y sin rebelarse.



Para el chavismo no hay matices entre quienes se oponen a su proyecto, todos son fascistas, golpistas y pitiyanquis, desde la derecha y la centro derecha hasta la centroizquierda y la izquierda radical fuera del proceso.

Haciendo un paréntesis cabe destacar que toda la izquierda histórica de este país está en la oposición a este gobierno, salvo el minúsculo Partido Comunista que tomó aires nuevos en la alianza con Chávez y que hoy se humilla para mantener su identidad.

Decíamos que La Revolución ataca y descalifica a todos por igual.- Cualquier disidente que surja dentro de las filas del gobierno es inmediatamente expulsado y pasado al “enemigo”.- La descalificación automática del oponente ayuda a no pensar, evita el análisis, el cuestionamiento y así el descalificador queda en paz. No hay discusión, no hay análisis político en las filas de La Revolución, solo la espera eterna a las órdenes del autócrata.

La Revolución no tiene bolas ni ovarios ante el líder, es eunuca, y por lo tanto se transforma en unipersonal, todo el mundo es prescindible salvo El Supremo. Se establece una relación religiosa entre el Predicador y sus fieles, entre el Rey y sus súdbitos.- No hay racionalidad, ni verdad, ni evidencia que importe cuando el amor a líder domina y cuando éste sabe manipularlo.



La sociedad venezolana se ha dividido verticalmente en dos mitades irreconciliables, fenómeno no visto antes del chavismo, durante la etapa madura de la democracia.

El mismo Presidente afirmaba hace pocos días después del referéndum del 15 de febrero y ante las sugerencias de dialogo de alguno de sus partidarios que ”no tenderé puentes con la oligarquía “,y que “al enemigo no le daremos ni cacao”. Esa es la mentalidad.

Las victorias electorales de la oposición, lejos de aceptarse como parte de un juego democrático son vistas como amenazas al desarrollo de La Revolución ya que significan un retroceso en la etapa de consolidación del poder. Así de simple. Por lo tanto no debe sorprendernos que no sean respetadas y que se aprueben por ley, a través de una Asamblea Nacional obsecuente, asuntos ya rechazados por el pueblo en Referéndum como, entre otros, la reelección indefinida. También es “normal” para un revolucionario que a los nuevos Gobernadores de Estado y Alcaldes que ganaron limpiamente elecciones aún en contra del abuso mas desmedido del Estado, se les “vacíen” las Gobernaciones antes de que asuman su cargo, quitándole se su competencia hospitales, canchas deportivas, maquinaria de asfaltado, desarmando a las policías y llevándose las patrullas, las ambulancias y los camiones. Los revolucionarios disfrutan cuando el Presidente, con su gracia habitual se expresa diciendo:”Allí les queda su carapacho, vamos a ver como hacen para gobernar”.

Esta forma mediocre y chabacana de llevar adelante un país llega al ridículo cuando el gobierno entorpece los planes de mejora en el flujo del tránsito planificadas por esos Gobernadores o Alcaldes, estacionando en las autopistas camiones que simulan estar averiados, o cuando se apresura a lavar y pintar las paredes de un túnel abandonado por años cuando la autoridad “del otro bando” anuncia que lo hará.-

Más difícil que enfrentar una dictadura, donde las cosas se llaman por su nombre, es enfrentar esta especie de “democracia malandreada”, hipócrita y abusiva que utiliza la mentira y las apariencias formales como principales armas políticas, caminando en el filo de la navaja en su imagen exportada y actuando como un ejército de ocupación hacia adentro.



Como un pueblo del Oeste de película de Hollywood, La Revolución venezolana es una fachada de cartón sostenida por detrás por palitos. Para que se lo crean, for export, para los ingenuos (que aún quedan muchos) que filtran en su cerebro cualquier duda que los perturbe y se quedan con los términos “políticamente correctos” como antiimperialismo, antiglobalización, neo liberalismo salvaje y demás.

Muchos disculpan (y es una forma neo-colonial de razonamiento) los “excesos” del chavismo” como un” problema cultural” o como una “característica de la idiosincrasia tropical” del nuevo Buen Salvaje, pero no soportarían, en sus propias democracias imperfectas, ni la centésima parte de los abusos cotidianos a que nos vemos sometidos los venezolanos día a día en esta “revolución bonita”. Las autocracias y las dictaduras pueden ser justificadas, por algunos, desde lejos, el asunto es soportarlas en su propia tierra. Hoy día podría agregar que las revoluciones son muy lindas desde afuera pero que es imposible soportarlas desde adentro.



La Revolución venezolana hizo suya, en sus inicios, la bandera del antipartidismo y la antipolítica. Se declaró luego enemiga del bipartidismo que “alternaba sus gobiernos” y se ha transformado ahora en la defensora del monopartidismo fundando el Partido Socialista Unido de Venezuela que monopoliza la militancia revolucionaria obligando a los partidos de la alianza a desaparecer para poder afiliarse al único. “Al que no se una al PSUV lo aniquilaré políticamente” espetó el Líder. Monopartido y monoliderazgo son la cúspide de la estructura política de la democracia participativa en este proceso donde, además el Estado y el Partido son la misma cosa.















5) EL FASCISMO DE IZQUIERDA



Todos estos elementos descritos a partir de nuestras experiencias cotidianas bajo el gobierno “revolucionario” de Hugo Chávez nos llevan a definirlo como un Fascismo de izquierda.

El fascismo no es propiedad sólo de la derecha, también lo es de la izquierda revolucionaria, el fascismo no es una ideología, es una forma de ver el mundo y de gobernar que crea su propia mitología, su propia cosmogonía, su propio lenguaje, su propia iconografía.

En la historia del arte, el Realismo Socialista ruso y el Realismo Nazi alemán fueron casi idénticos estéticamente. Ambos, producto de la concepción del “arte al servicio del Estado y del pueblo”, debían ilustrar la historia oficial y representar al “hombre nuevo”. Hombres nuevos fieles a Stalin y la Revolución o fieles al ideal racial dell Führer, los unos con la hoz y el martillo en la mano y los otros con el águila del tercer Reich en el hombro

. Los artistas de vanguardia, en esa época tan fértil del arte europeo debieron emigrar para nutrir otras tierras y los nazis organizaron una exposición itinerante que mostraba el “arte degenerado” cubista, constructivista o expresionista. El arte, en los procesos políticos que pretenden cambiar las sociedades de raíz es, paradójicamente, la más conservadora y retardataria de la historia.



El fascismo crea su propia épica histórica, modificando a su antojo los hechos cotidianos a fuerza de repetir mentiras y sacando de contexto a” los padres de la patria” para utilizar sus frases y pensamientos según el interés circunstancial. También “desentierra” personajes de la historia a quienes viste con nuevos ropajes ideológicos.

El fascismo se viste de banderas, las existentes y las nuevas, de símbolos, de marchas militares, mitines, discursos y consignas vacías y efectistas.

El fascismo uniforma a los ciudadanos de gris, de rojo, de negro y les enseña a pensar, hablar y actuar como su líder.

El fascismo se arma hasta los dientes pero tiene miedo de su sombra, se viste de un heroísmo de opereta, amenaza, vocifera y cuando llega el momento aniquila.

El fascismo es mesiánico y establece un vínculo religioso entre las masas y el líder, no acepta disidencias ni cuestionamientos, utiliza la obediencia militar como relación vertical de los jefes con el pueblo.

En nombre de los desposeídos, de la humanidad y de la Patria el fascismo y su dogmatismo lleva a los hombres a odiarse y matarse.

El fascista de La Revolución descalifica a los demócratas llamándolos fascistas.



En el terreno social y económico si bien el gobierno revolucionario puso sobre la mesa el tema de la pobreza y le otorgó consciencia de sí mismo al pobre, ha pasado 10 años improvisando medidas de emergencia según sus intereses electorales sin modificar estructuras de fondo.-

Ya, que como vimos, el objetivo principal es la perpetuación de La Revolución y de su líder (que para el caso son la misma cosa), no se ha planificado estratégicamente medidas eficaces para extirpar la pobreza y la exclusión sino que se han implantado medidas efectistas según necesidades coyunturales.



Las Misiones, nombre que engloba todo aquel plan que se le ocurra al Presidente, nacieron en un momento de baja popularidad, asesoradas por el gobierno cubano para enfrentar el Referéndum Revocatorio y se han basado en la dádiva por medio de todo tipo de becas anárquicamente repartidas y en el ofrecimiento de la posibilidad de transformarse en un profesional condensando los estudios de pésima calidad en el mínimo de años posible.



El sistema nacional de salud ha sido abandonado, los hospitales carecen de los mínimos insumos y los médicos residentes cobran salarios de hambre, son los pacientes que deben pagar sus propias medicinas y tratamientos. La Revolución creó un aparato paralelo de salud basado en primer término en la Misión Barrio Adentro, estructurada (de forma similar a gobiernos anteriores) en módulos de atención primaria dentro de las barriadas populares, pero en lugar de contratar personal médico nacional se importaron, mediante acuerdo bilateral, médicos de baja calidad cubanos que se intercambiaron por petróleo. Y de paso ayudan en el trabajo ideológico.- Esta iniciativa, que medio funcionó, ha sido prácticamente abandonada

Ahora se han creado Centros de Diagnóstico Integral, mejor dotados pero insuficientes, mientras que todas las dependencias del Estado contratan los seguros de salud para sus empleados en las clínicas privadas que no dan abasto ya que el Sistema Nacional de Salud, con todos sus hospitales se encuentra en total abandono..



La Revolución ha construido menos viviendas que cualquiera de los gobiernos democráticos anteriores y la metodología de invadir anárquicamente urbanizaciones populares en construcción desnuda a unos para vestir a otros. También se invaden edificios en reparación o en venta los que después se negocian o se transforman en megaranchos en el casco urbano.

Por lo tanto la absoluta ineficacia en la construcción de viviendas se cubre con la patente de corso a los” invasores”.-

Lo mismo sucede con las tierras, los grupos de campesinos (o con disfraz de tales) afectos al gobierno invaden tierras ociosas rurales y urbanas y allí se instalan, sin ningún tipo de planificación.-

Pero también se invaden tierras productivas que en poco tiempo se transforman en un yermo, o se expropian y se entregan a personas que de inmediato las venden o intercambian en una especie de mercado negro revolucionario basado en la desidia y la falta de planificación. La reforma agraria se transforma en ocupaciones arbitrarias improvisadas, en saqueos militares retaliativos de haciendas en plena producción, donde entre los soldados y los invasores se comen hasta la última vaquita y destruyen los cultivos.

Hay dos cosas en que el proceso ha sido eficaz: en la reestructuración del aparato impositivo, ya que le aporta más dinero para gastar y en la modernización del sistema de cedulación ya que le abre la posibilidad de mas votos en los sectores populares y a la vez le permite manipular su base de datos para asuntos electorales.



Todo se improvisa, al Presidente se le ocurre que hay que hacer gallineros verticales en las azoteas para cubrir la necesidad de pollos y al fin el pragmatismo derrochador los termina importando de Brasil.

Después se le ocurre hacer sembradíos hidropónicos en los jardines de las plazas y avenidas, “ejemplo de tierras ociosas que el pueblo debe aprovechar” y se ve por unos días a algunos ilusos sembrando tomates entre el humo de los autobuses y las motos.

Luego decide que las cooperativas son el futuro de la economía y pone a la petrolera PDVSA a sacar toneladas de billetes para financiarlas. Se fundan 250.000 cooperativas y en cosa de meses quiebran 235.000 y el dinero desaparece. Luego el Presidente descubre que las cooperativas no son viables ya que alientan el afán de lucro y el capitalismo y prohíbe que se sigan apoyando para crear los grupos de economía endógena. De inmediato se gira el timón y se crean “las comunas” Después expropia cuanta pequeña empresa esté a punto de quebrar y las transforma en Empresas Socialistas. Inauguradas con bombos y platillos por televisión son olvidadas y duran lo que canta un gallo.

Al contrario que el Rey Midas, La Revolución transforma en polvo todo lo que toca, ha quebrado hasta las empresas del aluminio y del hierro y la petrolera estatal está al borde del colapso por falta de reinversión, investigación y por financiar cuanta locura se le ocurra al Mesías, acumulando una deuda delirante.

La Revolución confiscó mediante artimañas legales el canal de televisión más antiguo y de mayor raiting del país (RCTV) expropiando todos sus equipos a nivel nacional. Se iba a transformar ese canal (que por supuesto tenía una posición crítica al gobierno) en un “canal de servicio social”. Dos años después está quebrado, nadie lo ve y trasmite puros enlatados extranjeros de tercera categoría.

La industria privada agoniza, arrinconada por regulaciones de precios que le obligan a vender sus productos por debajo de los costos de producción, mientras se importa alegremente la carne, la leche, el pollo, el azúcar y el arroz en medio de una corrupción tan feroz que hace ver como niños de pecho a los corruptos de gobiernos anteriores.

Una nueva casta política y económica crece a la sombra de La Revolución (nada nuevo por cierto) y las Misiones y cuanto nuevo proyecto delirante se inventa funcionan como “cajas negras” sin control administrativo según los criterios individuales de los camaradas a cargo

En toda esta guachafita fenomenal La Revolución ha derrochado en 10 años la increíble cifra de 900,000.000.000 U$ o sea novecientos mil millones de dólares, sin haber construido ninguna obra de infraestructura importante, abandonando a la buena de Dios la infraestructura nacional preexistente y comprando con sus generosas dádivas los favores de países aliados al proyecto revolucionario latinoamericano.

En Caracas muere cada fin de semana un promedio de 50 personas por violencia callejera, asaltos y robos, el sicariato (inexistente antes) reina en el país y las cárceles son un infierno dantesco donde los presos se matan con granadas introducidas por la misma Guardia. Cualquier ciudadano, de cualquier nivel social teme ser víctima de secuestro ya que hay mercado y secuestradores para todos.-

En fin, un panorama desolador para un pobre país petrolero al que lo único que le va quedando es petróleo, una gran rabia y un gran hastío.



5) CONCLUSIONES



A lo largo de este trabajo hemos categorizado y descrito las fantasías y las realidades de La Revolución y los revolucionarios latinoamericanos e intentado describir el proceso venezolano.

Pecando de tocar temas en los que no soy especialista ni mucho menos, me atrevo, a continuación, a aventurar algunas conclusiones generales.



Pese al descalabro, la ineficacia y el despelote trágico del proceso venezolano, podemos afirmar sin duda que estamos ante otro ejemplo de La Revolución Socialista.- En realidad se puede afirmar que ese despelote es una característica inherente a La Revolución, el cual no le ha permitido en ningún caso histórico del siglo XX pasar de la segunda etapa o sea de la Consolidación del Poder, a la tercera etapa, o sea la construcción de la sociedad perfecta que tanto anhela.

Lo único que ha logrado La Revolución es desbaratar un sistema de producción eficaz para sustituirlo por otro inviable, enterrando las sociedades en la miseria. Pero La Revolución sigue insistiendo ya que cree que por fin inventará el paraguas y para ello debemos prepararnos.

El futuro de nuestra sociedad dependerá de los siguientes factores:



1) De la eficacia o ineficacia con que el gobierno pueda llevar adelante la sustitución del aparato productivo capitalista por el aparato productivo estatal y centralizado “socialista”. Ya se está hablando explícitamente de “apropiarse de los medios de producción”

Esto a la vez dependerá económicamente de la capacidad productiva que el gobierno logre mantener aún con costos irreales y a la fuerza durante esa etapa de transición sin crear desabastecimiento profundo y además de la capacidad importadora con los actuales y futuros precios del petróleo.

En el terreno político también dependerá del nivel de aceptación que logre mantener durante la crisis que este proceso producirá y de que la crisis no se le vaya de las manos y se transforme en un factor de ira popular

El gobierno intentará mantener su fachada democrática mientras le sea posible y recurrirá a la represión cuando lo considere necesario ya que su tendencia es hacia la radicalización. Cambiar de actitud o revisar significaría “pactar con el enemigo” o “caer en actitudes reformistas” lo que terminaría con la verdadera esencia de La Revolución o en todo caso la atrasaría inevitablemente. Eso lo considero muy difícil, aunque llegado el caso y por razones tácticas el gobierno (sobre todo con el agua al cuello) decida dialogar para ganar tiempo o correr la arruga.



2) De la capacidad de respuesta que pueda desarrollar la sociedad democrática venezolana ante la crisis y los abusos que la implantación de estos planes van a producir.

Eso implica, fundamentalmente, la capacidad de crear un frente unido con una política y candidaturas unitarias por encima de los intereses grupales o personales, la capacidad de organizarse para todos los eventos electorales, la capacidad de responder en la calle cuando sea necesario, la capacidad de informar al mundo y la capacidad para llevar delante de una vez por todas un trabajo político serio en los sectores populares. Los liderazgos surgirán o se destacarán sobre la marcha.

Cualquier intento de diálogo que el gobierno quisiese llevar a cabo por las razones que fuera, deben ser aceptados, los intransigentes no podemos ser nosotros.

Cualquier otra salida que ilusos se puedan plantear, y me refiero a salidas no democráticas ayudarían a “atornillar” La Revolución. Seguramente el gobierno desarrollará políticas de provocación para ver si un error opositor le permite salirse por la tangente con medidas dictatoriales “como respuesta”. De eso ya tenemos experiencia

La participación sigue siendo nuestra mejor arma y la abstención nuestro peor enemigo.





La Revolución está apurada, y eso juega contra ella misma, Chávez aceleró el Referéndum antes de que llegue la crisis que los precios petroleros y el proceso de transición van a producir.

Pienso que la incapacidad organizativa y la forma unipersonal de gobernar continuarán atentando contra cualquier medida y no permitirán un desarrollo eficaz de los planes revolucionarios

La transición obligada hacia otro sistema económico, aparte de ser un disparate, requiere de una estrategia bien montada y de pasos tácticos bien precisos, cosa que este gobierno no está en capacidad de desarrollar, por suerte.-

Eso no quiere decir que no siga intentando, recordemos que La Revolución solo se ve a sí misma como futuro y que la tozudez histórica es una de sus características.-

Paralelamente, en el terreno político, el chavismo irá desarrollando otros frentes, de manera de obligar a diversificar las respuestas del oponente y como provocación, sobre todo en temas sensibles como la educación, los medios de comunicación y la propiedad privada..

Todas las reformas constitucionales que el pueblo ya negó mediante referéndum intentarán ser impuestas por otras vías.

La Revolución buscará nuestro cansancio y nuestra entrega, menuda tarea nos ha tocado enfrentar.

Además de todo esto es muy importante mencionar que el “Proyecto Bolivariano” es un proyecto internacional. Por muy anacrónico que nos parezca el “crear muchos Viet Nam” sigue siendo la meta de esta revolución.

Solamente que ahora los petrodólares venezolanos nutren a grupos radicales para el ascenso al poder mediante procesos electorales y para la consolidación de La Revolución una vez logrado aquél.

El modelo Chavista es exportado como se exportó en los 60 la teoría del foco y la Revolución Cubana.

Para nuestro presidente es mucho más importante consolidar regímenes similares al suyo y bajo su influencia en otros países que resolverle los problemas a su pueblo, ello basándose en la premisa de que “una Revolución solitaria no puede triunfar”.

Esa prioridad se transformará en exigencias que La Revolución venezolana se verá obligada a cumplir. Queda en manos de los países latinoamericanos ponerle coto a los intereses neo-imperialistas de La Revolución venezolana.

En fin, podríamos seguir, ya que el” material” es mucho pero no queremos abusar de su buena voluntad.-

A los amigos en todo el mundo, gracias, y no nos dejen solos.



5 de marzo de 2009



(Revisado junio de 2009)