viernes, 14 de marzo de 2014

A LO BESTIA

                                                 

El modo en que Chávez y sus súdbitos han abordado la última crisis penitenciaria es el mismo que han utilizado desde el inicio de su mandato para abordar todas sus faenas, eso es: a lo bestia.

Cuando el Comandante-Presidente desarrollaba su primera campaña electoral, allá por el año 1998, dirigiéndose a los presos exclamaba vehemente:

-¡¡Tengan un poco de paciencia compañeros, que pronto vendrá La Revolución a dignificar sus vidas!!!

Hubo que esperar hasta el 2004 para que su gobierno, ya con 5 años a cuestas, anunciara con bombos y platillos la creación de un Plan de Dignificación para las Cárceles.

Estamos en junio del 2011, el chavismo lleva 13 años en el poder y la idea más brillante que se les ocurre es atacar a sangre y fuego y ocupar militarmente la cárcel de El Rodeo para, de esa manera “defender los derechos humanos de los privados de libertad”.

Ante la mirada apática e imperturbable de un gobierno muy preocupado por las formas verbales políticamente correctas y que sólo se conmueve cuando su propia imagen se deteriora, las cárceles venezolanas se han transformado en estos 12 años en un verdadero infierno en la tierra.

Por un lado el hacinamiento inaudito quintuplica la capacidad de los recintos y los presos deben turnarse para dormir o hacerlo en las escaleras y los baños inundados de aguas negras mientras sus familiares hacen colectas para pagar el dinero que les garantice tan solo mantenerlos vivos.

Por otro lado estas cárceles en Revolución se han transformado en un negocio millonario. Millonario para las mafias presidiarias dirigidas por los “Pranes”, quienes determinan, en base a tarifas, la vida y la muerte de los presos y millonario para la mafia enquistada en la Guardia Nacional Bolivariana, eficaz promotora del tráfico de armas y drogas al interior de los Penales.

Los Pranes dirigen, en el interior de las Penitenciarías, ejércitos privados que se enfrentan constantemente los unos a los otros. Decenas de presos mueren semanalmente y en El Rodeo el ejército lleva una semana en enfrentamiento de guerra sin lograr la toma total de las instalaciones. En el área que han logrado ocupar se han decomisado pistolas, revólveres, granadas de fragmentación, escopetas, fusiles, sub-ametralladoras, 45 kg. de cocaína y miles de proyectiles de todo calibre. De los millones de Bolívares en efectivo que manejan diariamente las mafias parece que no se ha decomisado ni uno.

No se sabe a ciencia cierta el número de muertos resultantes de esta barbarie oficial. Los familiares hablan de desaparecidos, de cadáveres quemados, de camiones que salen repletos de muertos, mientras escrutan desesperados las infinitas listas de trasladados a otros centros.

Durante años, especialistas en el tema carcelario y observadores de Prisiones han intentado en vano asesorar al gobierno en torno a políticas científicas en el manejo de un asunto tan álgido. Pero para un gobierno donde los valores más preciados son el dogmatismo excluyente y la obsecuencia ante el líder mesiánico, la capacidad, la idoneidad y el conocimiento quedan relegados a la categoría de terroristas.

Como resultado de esta visión, el gobierno trabaja sólo, dejando el problema en manos de sus mediocres y ahora, como corolario, intenta quitarle la inmunidad parlamentaria a los congresistas de la oposición democrática que han denunciado la barbarie.

A lo bestia, pues.



Germán Cabrera T.



22 de junio de 2011

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