viernes, 14 de marzo de 2014

CHARLANDO CON DILMA



Charlando de todo un poco como los locos, Dilma, yo le digo: ¡¿qué complicada es la vida, verdad?! Tomémosla a Ud. misma como ejemplo.

En los 60 y 70, siendo una buena muchacha marxista- leninista, se la jugó en el grupo Colina, después en Var-Palmares e igual que la Bachelet experimentó el maltrato de la dictadura y las amarguras de la prisión. Después hizo una larga y brillante carrera en el PT y por fin logró la máxima presea de la democracia, nada menos que la Presidencia de un país tan poderoso que hasta inventaron la palabra BRIC para equipararlo a otras grandes potencias del futuro. Un país que a partir de las políticas acertadas de Cardozo, de Lula y de Ud. misma ha sacado de la pobreza a no sé cuántos millones de brasileros y que hasta históricas veleidades imperiales tiene. Ahora resulta que cuando mejor están los indicadores económicos y la inclusión social, cuando han limpiado de malandros las favelas de Río y se disponen a invertir un realero para el Mundial de Fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos del 2016, aparece un montón de indignados para aguarle la fiesta que pondría a Brasil en el top de los medios internacionales y le vuelven la calle un bochinche pidiendo cambios políticos, de salud, transporte y educación.

¡Lo que son las cosas! ¿No?

Pero Ud. ha aprendido mucho de la vida y actúa como lo que es, una verdadera demócrata afirmando que “el Gobierno debe tener humildad y autocrítica para admitir que existe un Brasil con problemas urgentes para vencer, y la población tiene todo el derecho de indignarse con lo que está errado y exigir cambios”. Así se habla.

Pero como a lo mejor Ud. es atea como la Bachelet y como yo y por lo tanto no puede contar con el favor de Dios, voy a darle unos breves consejitos por si la situación se vuelve a poner complicada. Mire, Ud. tiene una opción que tal vez no ha considerado.

Primero se declara Revolucionaria, Antiimperialista y admiradora del Socialismo del Siglo XXI. El asunto es declararse, no tiene que hacer ni respetar nada porque la mera declaración le dará dividendos políticos y patente de corso.

Ud. ya tiene la experiencia de cómo Lula y Celso Amorím congeniaron automáticamente con el gobierno de Hugo Chávez. Después despache a los indignados diciendo que son traidores y apátridas, cáigales a plomo y meta unos cuantos presos de por vida. Luego presione, intervenga, cierre o anule a todo medio de comunicación que informe sobre las protestas. También transforme los medios oficiales en agentes de propaganda exclusiva del gobierno. No se olvide de quitar toda independencia a los poderes del Estado para que cumplan como lacayos las órdenes del Ejecutivo. Es muy importante que se apropie de las Empresas Básicas y las ponga a producir para su Partido y que, en definitiva, no haga distingo entre Partido y Estado porque deben ser la misma cosa. Vocifere sobre justicia social, apueste al resentimiento, prometa mucho y dé poco para que la gente esté siempre a la espera de sus dádivas, pero permita a sus adláteres cualquier tipo de corrupción para mantenerlos contentos y aferrados al poder. Como las Revoluciones necesitan mucho, mucho tiempo para construir el Mundo Ideal, si hace las cosas bien, podrá perpetuarse Per Secula Seculorum.

Lamentablemente no me queda espacio para terminar esta charla pero un día de estos la seguimos.





germancabrera_t@yahoo.es 13 de setiembre de 2013

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