viernes, 14 de marzo de 2014

LOS ELECTORES SOBREPROTEGIDOS



Antes de comenzar a aguarles la fiesta quiero desear a los lectores un feliz año nuevo lleno de logros por encima de las complicaciones que se avecinan.

Este es el tercer artículo que dedico al alto porcentaje de abstención en las filas opositoras. Como ya lo dije anteriormente me niego a justificarla con el argumento de que en el chavismo sucedió el mismo fenómeno, ya que no considero relevante ni determinante lo que sucede en lo interno del PSUV ni del gobierno que en todo caso son la misma cosa. Tampoco considero relevante estar obsesivamente pendiente de la azarosa salud del Presidente que, aunque es tema humano e histórico fundamental, no puede detenernos en la planificación de nuestro futuro como nación. De la misma manera rechazo enfrascarme en la discusión sobre las relaciones de Maduro con Cuba o sobre si Cabello pone cara seria y trata de ser agresivo porque está calculando no sé qué, o si fulanito es más corrupto que menganito, o que el plan de uno es mantener la fecha y la del otro alargarla y recurrir a las cachuchas etc. Todo eso es una pérdida de tiempo y una necedad.

Creo que aquí lo relevante es plantearnos en qué situación va a estar la oposición en cualquiera de los escenarios que, sea por el cálculo siempre arbitrario del chavismo, sea por sus luchas intestinas o sea por obra y gracia del azar, se van a plantear.

Lo importante de verdad no es lo que se les ocurra a ellos sino qué haremos nosotros.

Considerando que hasta ahora la única salida política que nos ha dado dividendos es la electoral y salvo que en este país, para desgracia DE TODOS caigamos en la violencia incontrolable de una guerra civil, debemos continuar insistiendo en ese camino como en el único realmente útil y sensato. Ahora bien ¿cómo nos encontrarán los hechos que se avecinan?

Nos encontrará débiles. ¿Por qué nos encontrará débiles? Porque, por alguna razón, los electores de la oposición se abstuvieron en un promedio del 43 % en las últimas elecciones lo que resultó en la pérdida 8 o 9 gobernaciones.

Pero entonces resulta que en lugar de reclamarle a lo que se ha dado en llamar LA GENTE; que no son más que los ciudadanos electores, les justificamos y echamos toda la culpa a las organizaciones políticas. Porque a los electores, cual madres sobreprotectoras, no podemos exigirles con carácter que cumplan con su deber, que no hablen tanta paja y participen si de verdad quieren terminar con este desastre de gobierno.

Señores votantes, en este país hay una situación muy grave, se le ha llevado por el camino de la autocracia y de hecho ya vivimos bajo una dictadura legalizada, un régimen que se pasa por las gónadas el derecho y la Constitución.

¿Será que en cada elección hay que hacer una campaña titánica para recordarles a Uds. en qué mundo vivimos y rogarles para que cumplan con su deber? ¿Será que pretenden ser siempre pre- adolescentes a los que hay que enamorar en cada sufragio y llevar de la manito a votar?

Este no es tiempo de debilidades, de fastidio, de echárselas al hombro.

Los grupos políticos a ponerse de acuerdo sin mezquindades en la candidatura unitarias y la organización.

Y nosotros, ciudadanos electores, a votar sin remilgos todas las veces que sea necesario.





Germán Cabrera, 3 de enero 2013.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario